Obtener energía de fuentes renovables en el mar, puede ser más fácil de lo que creemos con ayuda de un elemento en particular: el corcho. Sí, ese que desechas de tu botella al momento de celebrar, puede ser la salvación para potenciar las energías limpias. Es una solución que sirve para que las estructuras resistan por más tiempo, sin verse afectadas por las condiciones naturales del ambiente.
La energía en el mar puede ser más viable, gracias al corcho
Generar energía de fuentes limpias es el objetivo mundial, pero hay algunas limitantes y conflictos que hacen que se convierta en un desafío. Por fortuna, muchos se han solucionado, ciertas fuentes renovables cada día se potencian más con mayor capacidad.
Pero, algo sucede en el mar, y es que las turbinas eólicas que aprovechan los vientos en estas zonas, se desgastan con mayor rapidez por las condiciones ambientales. El mar, salitre, aire, sol y humedad, crean un entorno poco favorable para que estas grandes estructuras permanezcan por largos años.
Aunque, uno de los líderes españoles en energía eólica marina: Iberdrola ha encontrado la solución. Por medio del corcho, se evita la corrosión y desgaste de estas estructuras, lo que les da una ventaja sobre cualquier otra energía renovable, pues puede generar energía de forma continua y por largos periodos.
Contra un problema grave de corrosión, el corcho es la solución
Hay un villano en las turbinas eólicas marinas y es la corrosión. La naturaleza del ambiente, crea lo inevitable y es que, acorta la vida útil de estas grandes turbinas que deben hacer reparaciones de alto costo, constantemente. Pero tienen como vencerlo, y todo gracias al corcho.
Este material tiene propiedades que lo hacen único, es flexible, ligero, impermeable y gran aislante térmico, acústico y vibratorio. Es decir, al cubrir una torre eólica en el mar, se protege del desgaste natural que ocasiona el ambiente, especialmente el agua salada.
El proyecto lleva por nombre INNOTEC, en alianza de Iberdrola, centro tecnológico TECNALIA. La idea es proteger a las estructuras metálicas de la corrosión con el uso del corcho. Esto potencia más a las energías renovables, tal como es el caso de este sistema híbrido que se hace en Latinoamérica.
Lo mejor del corcho es que es un material natural, por lo que no supone peligro alguno para la vida marina, y es de bajo impacto ambiental. La protección que ofrece es a modo de recubrimiento, aparte del zinc metálico que se usa, el corcho actuará como una barrera doble de protección.
Una oportunidad de crecimiento para la energía eólica
La energía eólica continua creciendo, y más en zonas marinas, pues se aprovecha el espacio vacío para crear estas estructuras gigantes. De hecho, hay un megaproyecto que planea incluir murallas eólicas enormes en el mar, a fin de aprovechar energía, a través del viento.
El objetivo con incluir el corcho en las torres eólicas es disminuir el mantenimiento y alargar la vida útil. De esta forma se disminuyen costos, y más países podrán optar por esta tecnología como generación de energía. Según sus análisis, esta protección reduce hasta un 50 % el mantenimiento.
La energía eólica marina, con el uso del corcho, podrá aumentar su potencial y generar mayor capacidad, sin impactar el medio ambiente. Este proyecto es una muestra de que con pequeños cambios e ingenio, es posible disminuir las limitantes con la energía renovable.
Un proyecto energético que puede transformar la forma en que obtenemos energía, con el simple recubrimiento del corcho. Ese elemento que tenemos desde hace siglos, y nos ha servido para muchas funciones, ahora soluciona el conflicto con la corrosión del mar. Un hallazgo en España, que puede ser replicado en el resto del mundo como un modelo sustentable, duradero y limpio.
