El sistema energético mexicano se prepara para una nueva fase en proyectos que le apuestan al futuro. Sin importar el discurso de Estados Unidos, en el país se están enfocando en medidas más sustentables para el ambiente. Si queremos mejorar el tema eléctrico, hay que tomar ciertas estrategias que nos impulsen a ese camino de energía limpia y potente.
México apuesta por proyectos en energías renovables
El mundo está cambiando y la energía cada día se vuelve más escasa. Ese elemento que antes teníamos en nuestras manos y se veía como algo normal, hoy en día se ha convertido en un bien limitado al que no todos tienen acceso con eficiencia y potencia suficiente.
Para entrar en contexto, la energía se requiere para todo. En la actualidad, contar con potencia energética es una ventaja sobre cualquiera. Desde trabajos, comercio, trámites, carga de coches eléctricos, todo se mueve mediante la energía, y si no contamos con fuentes sustentables, estaremos haciendo un daño para el futuro.
México lo entiende, y pese a la posición de Trump de seguir apostando por los combustibles fósiles, están ignorándolo, decididos a dar un giro con una apuesta por proyectos de energías renovables. Una transformación de la que poco a poco se verán los resultados.
Desligando de las decisiones energéticas de Trump, así distribuyen los proyectos
De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), son 20 proyectos en 11 estados mexicanos con una inversión de $4800 millones de dólares. Una cifra que busca convertir al país en una potencia energética, pero enfocada en el lado sostenible y con inclusión del sector privado.
Así como la CFE está tomando estas decisiones para un nuevo tipo de energía que brota del suelo, otros proyectos más estarán siendo potenciados. Entre todos, se suman unos 3320 MW al sistema energético y unos 1488 MW de almacenamiento; con ello se podrá estabilizar la energía en todo el país.
En específico, se trata de 15 centrales fotovoltaicas, con 2471 MW, y cinco son parques eólicos, con 849 MW, que estarán en estados como Campeche, Oaxaca, Tamaulipas, Quintana Roo, Guanajuato, Veracruz y Yucatán, entre otros. Una cifra atractiva que puede quitarte por completo esos molestos apagones.
Pero no serán proyectos solo del gobierno; el objetivo es que la empresa privada se una a estas inversiones y potencie aún más la energía. Si queremos tener electricidad suficiente para producir y la vida cotidiana, necesitamos encontrar sistemas que nos beneficien a todos por igual.
El objetivo es que la generación de energía quede en un 54 % en manos del Estado y otro 46 %, en manos del sector privado. De esta forma se diversifica la generación de energía, y no recae toda la responsabilidad en una sola fuente de energía o un solo organismo.
Un avance para el futuro de las energías en el país
Sabemos que la industria energética es la clave de nuestra actualidad. Si no contamos con sistemas confiables, limpios y de diferentes fuentes, nos exponemos a quedarnos en el pasado. Esto significa que los apagones se sentirán con mayor fuerza y el desarrollo quedará estancado.
Ya hay opciones energéticas, incluso para la minería, en donde podremos aprovechar los desechos para obtener metales. No es de extrañar que la mayoría de los países se estén enfocando en las fuentes renovables, pese a la idea de Trump de continuar con el combustible fósil.
La demanda energética seguirá en aumento; es un tema indetenible que va en sintonía con el desarrollo tecnológico. Si se fortalece desde ya la industria nacional energética, se envía una señal clara para que más empresas tecnológicas inviertan en el país.
En un momento donde los proyectos en energías renovables van en aumento, que México le lleve la contraria a Trump y lo ignore con sus decisiones puede ser una apuesta positiva para el largo plazo. Hay discursos polarizados a nivel internacional, pero el foco ambiental es algo que no se puede perder si queremos una soberanía en energías limpias.