Cada vez son más las personas que quieren aportar su granito de arena para cuidar nuestro planeta, sin embargo, América Latina ha sido, históricamente, una «zona de sacrificio» donde los recursos naturales son extraídos sin medida para beneficio de otros. Pues bien, ahora existe un proyecto gigantesco, valorado en US$ 15 000 millones, que amenaza con destruir uno de los lugares más bellos y vitales de México, pero ¿Habrá alguna forma de impedirlo? ¿De qué lugar hablamos? Quédate para descubrirlo.
Un proyecto que está preocupando a todos
Estamos hablando del Golfo de California, un verdadero tesoro conocido como el «Acuario del Mundo». Esta zona no solo es la casa del 39% de todas las ballenas del planeta, sino que también nos da más del 60% del pescado que consume México, siendo el pilar del turismo y la pesca para miles de familias, pero ¿Qué proyecto podría destruir este hermoso lugar?
La respuesta es un proyecto llamado Saguaro Energía que busca construir un gasoducto de 800 kilómetros y una enorme terminal en Puerto Libertad, Sonora. ¿Su objetivo? Enviar gas sucio (gas fósil) desde Texas, en Estados Unidos, hasta Asia. Este plan generaría una contaminación enorme en nuestro planeta, pues emitiría más dióxido de carbono que países enteros como Suecia y Portugal juntos.
Las empresas dicen que el proyecto es imparable, sin embargo la gente está luchando. Las comunidades pesqueras y grupos ambientalistas ya recogieron más de 300 mil firmas para pedir a los presidentes que lo cancelen. Y lo mejor es que la resistencia está funcionando: el proyecto enfrenta al menos cinco demandas legales que lo tienen frenado.
La presión es tan fuerte que la empresa tuvo que pedir una prórroga de siete años para poder empezar a operar. Esta lucha por el Golfo de California se ha convertido en un símbolo de justicia climática. Al resistir este proyecto millonario, México está demostrando que ya no permitirá que sus tesoros naturales sean sacrificados por el dinero y que está defendiendo el derecho a un futuro limpio para todos.
Destruirán el acuario del mundo
El Golfo de California no es solo una extensión de agua. Es el hogar de seis de las siete especies de tortugas marinas y es la zona a donde año con año viajan miles de ballenas a tener a sus crías. Además, esta área es vital para la seguridad alimentaria de México, ya que de ahí proviene más del 60% del producto pesquero del país. Permitir el proyecto Saguaro es poner en riesgo dos pilares de las comunidades colindantes: la pesca y el turismo.
La empresa busca presentarlo como una apuesta energética del futuro, pero los expertos lo señalan como un retroceso de escala planetaria. El gas fósil es un combustible sucio y contaminante que, solo en su ciclo de operación, generaría más de 73 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Este proyecto es, tristemente, parte de un grupo de terminales que buscan crear un verdadero «corredor de muerte» en el norte de México.
El pueblo no va a detenerse
A pesar de todo el dinero invertido, el proyecto Saguaro se está debilitando gracias a la fuerza de la gente y a las acciones legales. Las comunidades, incluyendo pescadores y grupos indígenas, se unieron en la campaña «Ballenas o Gas» y ya consiguieron más de 300 mil firmas dirigidas a los presidentes de México y Estados Unidos. Quizá muy pronto hagan lo mismo para que este metal deje de intoxicar a las personas y dañar nuestro planeta.
Y esta resistencia ya tuvo resultados reales en los tribunales. Aunque una parte del gobierno autorizó el puerto, Saguaro enfrenta al menos cinco demandas que están frenando todo el desarrollo. Esto es un gran síntoma de que la presión funciona, pues la empresa tuvo que pedir una prórroga de ¡siete años! al gobierno de Estados Unidos para empezar a operar.
El megaproyecto Saguaro Energía es un ejemplo muy claro de una forma de pensar antigua, que solo busca privilegiar los intereses económicos de unos cuantos por encima del bienestar de todos Estamos en un momento donde nuestro planeta nos pide a gritos reducir la contaminación y este plan nos llevaría peligrosamente hacia atrás, por eso, la lucha por el Golfo de California, el «Acuario del Mundo», se ha convertido en un símbolo poderoso de justicia climática y ambiental. La resistencia de los ciudadanos y los triunfos en los tribunales están demostrando que el poder de la gente es real y que no todos están dispuestos a dañar nuestro planeta, menos ahora que México se había comprometido a cuidarlo.