La tan anhelada transición energética, puede estar cerca con estos paneles perfectos que son capaces de transformar todo lo que hemos visto. Un elemento que hace lo que desde hace años se busca, ahora está a nuestro alcance para modificar la industria de la energía solar, construcción, automotriz y hasta purificación del agua, algo nunca antes visto.
Paneles con elementos imposibles: la salida a una transformación energética
Hemos sido capaces de mejorar muchos materiales del mundo actual, se han creado nuevas herramientas para potenciar energías, pero todavía había un elemento que nos hacía fallar. Para que lo entiendas, el vidrio es un elemento presente en casi todas las industrias.
Los coches necesitan parabrisas, en la construcción de edificios y casas, e incluso en los paneles solares para protegerlos. Pero, ¿qué pasa cuando llueve? Esas pequeñas gotas que se mantienen el vidrio pueden ser una molestia.
Tenemos opciones para eliminarlas o disminuirlas con recubrimientos, limpia parabrisas y protectores, pero ninguno como estos. Se trata de unos paneles de vidrio, hechos con un material que parece imposible. Conocido como vidrio repelente al agua, hecho por la Universidad de Curtin en Australia.
Esto planea cambiar toda la industria, pues un vidrio que puede repeler el agua por completo es un gran avance, pero lo increíble está en su fabricación. Un proceso que parece de ficción y hasta irreal, y aunque sea complejo, es posible.
Así es como funciona este vidrio que repele el agua y las ventajas que ofrece
Se sabe que los paneles solares se pueden potenciar como si fuera energía nuclear con perovskita, un avance que hasta el momento es el mejor. Pero, tal vez, no sea del todo necesario, pues esta tecnología del vidrio, podría funcionar no solo para los paneles solares, sino para muchas más industrias.
El estudio en cuestión, describe el proceso como una revolución total. Se hace mediante un proceso no tóxico, que convierte el vidrio común en un sistema repelente al agua. ¿Cómo? Todo sucede por ondas ultrasónicas, capaces de transformar el vidrio.
El proceso consiste en aplicar ultrasonido para que se formen burbujas imperceptibles, que dentro de una solución de sal de diazonio, son capaces de crear presión y convertir la superficie con una reacción química, en una zona repelente al agua.
Lo realmente asombroso es que, como es una modificación de la superficie, no estás añadiendo nada distinto, como un recubrimiento superficial. Esto hace que el material sea duradero por mucho tiempo, y que se convierta en una solución más ecológica, pues se evitan los desechos.
¿Y sus usos o ventajas? No significa solo repeler el agua como algo estético, este implica grandes beneficios para muchas industrias. Por ejemplo, la energía solar tendrá un mejor recubrimiento en sus paneles para hacerlos más efectivos y potentes.
A su vez, los coches tendrán mayor seguridad con vidrios despejados al momento de lluvias, edificios con ventanas, sin necesidad de limpieza constante. Al repeler el agua y suciedad, significa que las industrias no van a requerir tanto mantenimiento.
Un aliado para el futuro de energías renovables
Sin dudas, la clave para la transición de energías renovables está en este elemento, capaz de repeler el agua. Se pueden crear paneles solares que no requieran de mucho mantenimiento, pues el polvo y residuos pueden reducir el rendimiento y eficiencia.
Con este vidrio, los paneles solares del futuro serán distintos, puede potenciar a estos paneles nocturnos que funcionan 24 horas. Combinando estas tecnologías, tendremos energía solar continua y más segura, disminuyendo costos.
Incluso, pueden servir para purificar agua y biotecnología, pues este material es capaz de atraer bacterias u hongos que se encuentren en el agua. Un proceso que puede cambiar vidas, y a todos los procesos industriales de diferentes segmentos.
Por lo tanto, estos paneles perfectos pueden ser el secreto hacia la transición de energías, con materiales que parecen imposibles, pero solo son procesos químicos. Un estudio que nos permitirá avanzar hacia el futuro, y entender que la ciencia va de la mano con la sustentabilidad, a fin de mejorar elementos y dar soluciones reales para el planeta.