Contaminación lumínica del cielo: Un futuro sin estrellas

La iluminación nocturna en exceso, mejor conocida como contaminación lumínica, se ha convertido en parte cotidiana de la vida de los citadinos, inclusive en una ciudad como Cuernavaca. Las lámparas de la calle, los anuncios publicitarios, los faros fluorescentes de automóviles, estacionamientos y negocios y casas contribuyen a este fenómeno. Convertimos la noche en día y, de paso, creamos contaminación lumínica que bloquea el cielo estrellado nocturno.

La contaminación lumínica en la Tierra del siglo XXI

Por desgracia, el Mundo sigue padeciendo de una ancestral indiferencia ecológica, que nos ha hecho presos de un modo de vida que se escapa del raciocinio elemental de valorar el Medio Ambiente y sus recursos naturales. El precio a pagar, ha sido la solariega herida abierta que se observa en el aire lleno de “smoke” que se inhala en las calles, al depositar los desechos sólidos en áreas verdes, en la toxicidad que se vierte en las cuencas hidrográficas y en esas incandescentes luces que las ciudades siempre olvidan apagar.