Los campos eléctricos ambientales

Con la contaminación eléctrica ambiental de pequeñas corrientes pero en forma persistente y de difícil aislamiento podemos estar sometidos a una estimulación alarmógena constante que nos trastorna el sueño, el humor. Un enemigo invisible pequeño pero persistente se suma a la lista de sobrestimulación del sistema nervioso. Como consecuencia conductas indeseadas y distintos males: trastornos endocrinológicos, hipertensión arterial, trastornos emocionales inexplicables, etc..