La industria hidroeléctrica amenaza a los últimos ríos salvajes
Las tecnologías para aprovechar el poder del agua se promocionan como cruciales para un futuro con bajas emisiones. Pero durante muchas décadas, la industria … Leer Más
Las tecnologías para aprovechar el poder del agua se promocionan como cruciales para un futuro con bajas emisiones. Pero durante muchas décadas, la industria … Leer Más
Comunicado del Movimiento Ríos Vivos Antioquia ante la decisión de EPM de cerrar las compuertas de casa de máquinas Hidroituango matando el río … Leer Más
Para construir la presa de 120 metros de altura en el río Ivirizu, en el Parque Nacional Carrasco, se deben deforestar 250 hectáreas … Leer Más
“Entonces cuando se llegaba la fecha de esa reunión se iba allá arriba, a Provoque, y se tocaba el küll küll, escuchaban todos … Leer Más
Según cifras publicadas por WindEurope en sus informes Perspectiva para 2020 y Escenarios para el 2030, la energía eólica tiene la potencialidad de producir un total de 323 GW y abastecer hasta el 30% de la energía que consume Europa hacia 2030.
Guatemala es el segundo país del mundo con mayor proporción de población indígena, por detrás de Bolivia. Según el Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos Indígenas, el número de habitantes estimado alcanza los 6 millones, lo que equivale al 60% del total del país. “La empresa sólo deja coger agua desde las siete de la mañana hasta las cinco de la tarde, pero el agua es fundamental para la vida. No tiene horario”.
Todo parece indicar que, en Colombia, la construcción de presas y la práctica de la minería ilegal modifican drásticamente los ecosistemas ante la mirada complaciente del gobierno en turno. El Río Sambingo desaparece y el Río Magdalena es hoy un simple lago en el que no hay ni un ecosistema sustentable.
Al atardecer en el río Tapajós, uno de los principales afluentes del Amazonas, los indígenas mundurukú reinician el ritual de la pesca en esta cuenca brasileña rica en peces, su tradicional alimento. Pero el “espíritu del mal”, como llaman en su lengua a la hidroeléctrica “Sao Luiz Tapajós”, podría dejarlos huérfanos.
Costa Rica fue reconocida internacionalmente en la revista Sostenible como parte de cinco países que no utilizan combustible para generar electricidad, los restantes cuatro son Europeos cuyos índices de desarrollo humano están entre los 25 primeros del Mundo.
El etnocidio, la nueva acusación contra la central hidroeléctrica Belo Monte, realza dimensiones más profundas de los conflictos y polémicas desatadas por los megaproyectos en construcción o planificados para la Amazonia brasileña.
Fomentar la resiliencia y lograr ciudades más sostenibles, mediante la disminución del consumo de agua y energía, al tiempo que se mejora la calidad de vida y la participación de la comunidad, se propone el Departamento de Desarrollo Sostenible de la Organización de Estados Americanos (OEA) con vistas a lograr el objetivo.
OPI entrevistó a un Ingeniero Civil que propone la realización de un estudio serio para determinar de qué forma la construcción de las represas Cérpernic-Krichner (Cóndor Cliff-La Barrancosa) pueden impactar en el frente del glaciar Perito Moreno, debido a la altura de la cota de agua que en determinados momentos equiparará al lago Argentino y va a devolver las aguas sobre la pared de hielo, afectando el proceso natural de expansión del ventisquero sobre la península, pudiendo, en un futuro, afectar su cierre periódico. Como otras veces lo hemos apuntado, no hay Estudio de Impacto Ambiental que contemple este y otros aspectos, en la realización de la megaobra que se emprenderá en breve.
Antonio Elio Brailovsky* tiene una clara visión sobre las ciencias energéticas del siglo XXI: “El que produce tecnología tiene poder”, afirma el reconocido ambientalista y periodista a Diario Publicable. En esta entrevista, el también profesor universitario explica de qué se trata la energía nuclear, sus consecuencias y secretos.
Los efectos negativos de la energía hidroeléctrica comenzaron a ser percibidos a medida que esta se fue desarrollando en países tropicales y sub-tropicales dado que en estas regiones las represas se construyeron con las condiciones opuestas a las mencionadas antes: clima cálido, malas condiciones sanitarias y alta densidad de población ribereña. Esta situación, sumada al hecho de que las represas construidas en países del Tercer Mundo suelen tener dimensiones monumentales, antes desconocidas, reveló los verdaderos impactos de las represas.
Por decisión e interés del gobierno brasileño, está en la mesa de discusiones entre Bolivia y Brasil el proyecto de construcción de represas hidroeléctricas en la cuenca del río Madera, un proyecto que empresas brasileñas desean implementar desde hace veinte años, pero que no ha podido superar la oposición bien fundada de organismos y agrupaciones sociales de ambos países.