Interrogantes sobre la Reactivación del Complejo metalúrgico de La Oroya – Perú

Cuando la empresa “macro emisor” estuvo en operación normal la presencia de metales pesados en el cuerpo humano de la población oroina estuvo por encima de 10 microgramos por decilitro de plomo en sangre. Con más de dos años de paralización del complejo metalúrgico la calidad del aire mejoró notablemente, la concentración del dióxido de azufre se redujo en 99,5% y hubo una reducción considerable de metales pesados en el cuerpo humano.

Los niños del plomo

Existe un pueblo en el Perú donde las casas, las calles, el hospital, el colegio y unas pocas áreas verdes están cubiertos por un polvo gris. Entre las partículas de esa nube negra que parece arena, hay plomo. El plomo que sale de las chimeneas de una fundición de metales que ha traído trabajo, “progreso” y docenas de historias de niños que no engordan ni crecen y que tragan esa tierra tóxica cada vez que se meten los dedos en la boca.

La depredación de los recursos naturales

El planeta que habitamos es el hogar que debemos cuidar y compartir. Los estragos ecológicos y económicos que viene desencadenando “la nueva fiebre del oro y de otros metales codiciados” está sembrando la destrucción de los territorios y de los pueblos que los habitan, desde las montañas mexicanas hasta el extremo sur de Tierra del Fuego.

La lluvia ácida en el centro del Perú

Se está produciendo en forma acelerada la contaminación del mundo. Los trastornos medio ambientales que afronta la humanidad: cambio climático, alteraciones de la capa de ozono, efecto invernadero y lluvia ácida están generando también desequilibrios marcados de la biodiversidad, ecosistemas y alteraciones irreversibles y trastornos sociales, económicos y políticos.

Complejo metalúrgico de La Oroya: Perú

En La Oroya las condiciones meteorológicas tienen un papel importante en la calidad de aire para la ciudad y su entorno; uno de los problemas mas saltantes es la ubicación de la Oroya Antigua con mas de trece mil habitantes a solo trescientos metros de la Fundición y separados únicamente por el río Mantaro. La contaminación persistirá por tiempos impredecibles.