Las papas transgénicas están que queman

Parece haberse abierto las compuertas. Lo que barre hasta lo impensado: un funcionario de cierto rango de Monsanto, el doctor William Moar, conferenciante itinerante, declaró con arrogancia: ‘Todo un departamento tenemos dedicado a desinflar trabajos científicos que no concuerdan con los nuestros.’ Imaginamos al CEO temblando de ira ante semejante “obsequio al enemigo”… ¿Quién puede hablar de ciencia? ¿Sólo Monsanto?"

La biomasa, ¿es tan “bio” como declaran los “recuperadores energéticos”?

En Suecia hasta importan basura para alimentar sus plantas de valorizacion energética de los residuos… porque los desechos propios no permiten optimizar el rendimiento de tales plantas. ¡Viva la exacerbación del consumo! Cada vez surgen más voces, a izquierda y derecha, todas inscriptas en el llamado progresismo, para obtener energía de la combustión de los desechos domiciliarios (y probablemente otros).

La invasión transgénica y el deterioro de la salud

Nancy L. Swanson, de la Armada de EE.UU., al jubilarse inició una investigación. Difícil imaginar mejor aplicación de su tiempo y su capacidad. Abordando una cuestión tan escabrosa como trascendente: el deterioro de la salud humana. A Swanson le preocupaba la incorporación de alimentos transgénicos a la dieta humana llevada a cabo de modo tan desproblematizado, como si se tratara de una modificación de detalle o de orden administrativo. Es decir, tuvo la misma reacción que tuvimos muchos que tomamos contacto con la cuestión y rechazamos su secreteo y la nonchalance con que las empresas y los organismos públicos avanzaron con “la novedad”. La cuestión brotó al combinar la proliferación de enfermedades (nuevas o “renovadas”), y cierta insatisfacción ante los métodos asumidos por las autoridades públicas estadounidenses para habilitar el ingreso de los alimentos transgénicos a la dieta humana.1

Centro o Periferia: Mercado Mundial Vs. Soberanías Regionales, Locales

Cada vez más “capacidad” para modificar el hábitat resulta en cambio incapaz de, a su vez, no destruirlo. ¿Podemos los humanos, vivir, sobrevivir sin hábitat natural? Parece una pregunta tonta, y sin embargo, hay quienes están proyectando cómo hacerlo. Ése es el reto para la humanidad. Reto que se ha ido formando desde hace ya tiempo, y que las sociedades concretas se han negado a asumir.

Laboratorios “investigando”, el estado argentino “supervisando”. ¿Qué es peor: el soneto o la enmienda?

En Argentina los laboratorios están de parabienes. La presidenta acaba de anunciar que “el paquete” de vacunas pasa de las 6 que se suministraban hasta 2003 a 15 para 2011… Refiriéndose hoy a vacunas, se hace imprescindible analizar el comportamiento de los laboratorios con la producción, colocación, venta de vacunas y con un momento previo: su elaboración, experimentación y aprobación. Están pasando episodios demasiado graves como para sólo apostar al médico de M. E. Walsh con su cuatrimotor luchando contra el brujito de Bululú. Esa historia sarmientina de la medicina está obsoleta, o tal vez, mucho peor, se ha ido transformando, como el retrato de Dorian Gray.

Uruguay: acercándonos peligrosamente a la republiqueta sojera

La expansión de la soja en el campo uruguayo es avasallante. Lo que también se llama sojización del agro. En agosto de este año de 2010 se reunió el Primer Congreso de Médicos de Pueblos Fumigados, en Córdoba. La cantidad de malformaciones congénitas, de trastornos respiratorios, de anemias, alergias y hasta de cánceres, empieza a ser inocultable en el territorio argentino, por lo menos en los territorios de las provincias más sojeras del país, como la misma Córdoba, pero también Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires. A los orientales más les valdría ilustrarse, ya que tienen el espejo enfrente.

Pueblos originarios y nación argentina. Los niños matados del norte

Mencionemos únicamente al pasar la política de culpar a la víctima, provecta estrategia del poder, con la cual el gobernador salteño hizo su incursión “antropológica” denominándolos “desnutridos culturales”. La bajeza de esta calificación se mide únicamente por lo que esconde: qué condiciones de vida, sobrevida y muerte tienen los arrinconados pueblos originarios. La misma etnia que sufre estas muertes fue atacada con motivo de un bloqueo de ruta a fines de 2010, en Formosa, con una represión que significó un nativo y un policía muertos y dos nativos gravemente heridos. Enfrentaban el desmonte de tierras que reclaman suyas.

El último alarido tecnológico para solucionar “la basura”: el CARE. Nuevos ardides, el mismo veneno

Los porteros quemaban la basura domiciliaria cada día, cada mañana en los “incineradores” que todo el mundo (o casi) tenía instalados. Estos habían sido pensados para quemar restos orgánicos y papel. Pero “la basura” tenìa cada vez más un convidado nuevo, materiales plásticos, que con toda la plasticidad que su nombre indica, no ligan tan bien con el calor. Siendo un material inventado, no descubierto por el hombre, siendo no biodegradable, su incineración es altamente tóxica. Cuando digo “altamente” quiero significar que envenena y… mata. Seguir quemando “basura” como cuando los plásticos no existían no sólo era estúpido sino suicida.

Soja, contaminación y perspectivas

Está claro que la agricultura argentina modernizada es veneno-dependiente. No puede prosperar sin envenenar en derredor. Y lo hace con efectos atroces sobre microfauna y flora, pero también sobre seres vivos mayores. Algunos concientizados de último momento están empezando a descubrir que el planeta no está del todo bien con tanto desarrollo, que los mares están exhaustos con tamaño progreso técnico en pesquería, que los campos, como las aguas, el aire, rebosan de elementos cancerígenos y mutágenos que están trastornando toda la biosfera, sin excepción. Y que, nosotros, “dueños del universo”, hasta nosotros, ¡quién iba a decir!, estamos incluidos.

¿Exportación de conocimiento o sólo de explotación?: el caso de la minería quimiquizada y la crisis de su paradigma

Los privilegiados del planeta han hecho del trasiego Sur-Norte el eje fundamental de su propio desarrollo. Es lo que sabemos que ha pasado con el oro, el azúcar, las telas y en todo caso con la mano de obra, por un tiempo Sur-Sur (de África a América, la mano de obra esclava) pero únicamente para integrar lo producido a la corriente Sur-Norte. Significativamente, las legislaciones nacionales de EE.UU. y Canadá, por ejemplo, son mucho más estrictas en materia de vertido de residuos a ríos o submarino a mares que las normas “internacionales” que promueve la agencia del gobierno de EE.UU. llamada engañosamente Banco Mundial en su promoción de la minería en los países del suburbio planetario. Y aun así, la investigación que publica ahora el SINC revela que los “frutos”, envenenados de la exacción minera en EE.UU. superan con creces todo lo previsto.

Calentamiento global, COP 15 y las que vengan, pero el estilo de vida no se toca

Los proyectos e intentos de frenar el aumento de partículas de CO2 en el aire son variadísimos, costosísimos e insegurísimos. Se mencionan todas las “soluciones” imaginables, salvo una bastante clara y directa: emitir menos CO2. Consumir menos. Viajar menos en auto, más en bicicleta; apostar más a transportes públicos y de entre ellos, a los que produzcan menos CO2. Achicar fletes y que por lo tanto, los perros y gatos porteños no puedan ya ingerir productos alimenticios provenientes de EE.UU., que tengamos que comer bananas misioneras y no ecuatorianas, limitar en una palabra la mundialización (que en realidad está avanzando) del mercado y apostar más a mercados locales o regionales.

Clima, inundaciones, responsabilidades

Qué tenía el territorio hace unas décadas, en algunos casos, hace unos años y que ahora no tiene? Monte. El “avance de la frontera agrícola” como le gusta decir al tecnoprogresismo ha significado desmonte. Mucho desmonte y preparación de tierra para cultivo en siembra directa. Hay palabras como “manejo responsable” que huelen a asesinato dichas por referentes del nuevo mundo agrícola; el mundo de los muchos dólares y los muchos enfermos. Claro, como recordaba Yupanqui, los enfermos son del pobrerío y los dólares, ajenos.

Agrotóxicos a la vista (y paciencia)

Los restos de agrotóxicos, con que los laboratorios hacen sus pingües negocios, se ven cada vez más en las cuencas de arroyos y ríos, y se los verifica con los miles de peces panza arriba, demasiado a menudo se los puede rastrear en los mismos alimentos, en los daños, generalmente irreversibles, sobre quienes operan y trajinan con tales productos, en la merma apreciable de abejas y otros insectos (las mayoría benéficos para la naturaleza y por ende para la humanidad), en las malformaciones congénitas que los habitantes de las zonas rurales deben enfrentar entre sus animales domésticos y en sus propios hijos…

Bolsas de plástico: la maravilla que devino pesadilla. Al ladrón grita el ladrón

Esto empezó hace medio siglo. Y desde hace varias décadas se empezaron a observar las secuelas de la invasión de termoplásticos al ambiente. Ya en la década de los ’70 Jacques-Yves Cousteau denunciaba que las pobres tortugas marinas confundían las bolsas flotantes con medusas y se las manducaban; una atroz forma de muerte de animales que habían sido alcanzados por la “civilización”.