Revelan los impactos ecológicos del polen de pino
Una investigación en ecosistemas patagónicos halló que estas partículas amarillas aceleran la descomposición de la hojarasca del suelo, un proceso clave en los … Leer Más
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El 21 de Septiembre, Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles, comunidades, movimientos, organizaciones y redes celebraron el coraje y la … Leer Más
Familias campesinas de Puerto Piray, Misiones, vivían rodeadas de forestaciones. Tras años de reclamos, el gobierno provincial les otorgó 600 ha. Hoy producen … Leer Más
Después de comprar 1680 hectáreas de un sobrante fiscal, Carlos Gesell se puso a construir su propia casa en el medio de ese … Leer Más
Según informó la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), México devolvió a Estados Unidos 13.010 árboles de Navidad cuando al realizarse las … Leer Más
La teoría establecida sobre la ruta por la que los pueblos de la Edad del Hielo alcanzaron el continente americano ha sido refutada por los científicos. Un estudio genético sin precedentes concluye que su supuesta ruta de entrada por un corredor entre Siberia y Alaska era “biológicamente inviable" para los primeros pobladores.
Los “bosques plantados” formarían el octavo país más grande del mundo en cuanto a superficie. Casi 300 millones de hectáreas de la riqueza arbórea del planeta son “bosques plantados” según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Un trabajo realizado por la Universidad de Oviedo y el Serida define nuevos indicadores biológicos asociados con la adaptación de los árboles a distintos territorios. Los científicos estudiaron la variación natural del metaboloma de Pinus pinaster en un jardín común con individuos procedentes de Francia, Marruecos, y España
Los lugares con mayor concentración forestal de monocultivos de pino y eucaliptus, son coincidentes con los lugares de mayores índices de pobreza – emigración, crisis hídrica y también, incendios.
Ecologistas en Acción advierte de la enorme cantidad de pinos, abetos y otras especies que acabarán en vertederos tras las fiestas e invita a compartir alternativas decorativas en redes sociales
Recorriendo las carreteras de los departamentos de Rivera, Tacuarembó y Paysandú se observa con gran preocupación la gran deforestación indiscriminada y la implantación de los monocultivos de árboles de eucaliptos y pinos. Los pequeños productores que buscan subsistir, ven cómo los árboles secan sus pozos de agua.
Los monocultivos de árboles exóticos tienen impactos negativos en los bosques, las praderas, la tierra, los recursos de agua, la biodiversidad y los medios de vida de los habitantes, y que la FAO no solamente es responsable de ocultarlo en sus evaluaciones sino de continuar su apoyo a la instalación de “plantaciones forestales". La única duda es si la FAO se percata o no de las repercusiones sociales, ambientales y políticas que esto genera.
En medio de crecientes conflictos sociales y ambientales, diversas comunidades de la región han comenzado a defender por sí mismas los principios de sustentabilidad, pero instituciones políticas, empresas e incluso ONGs, más allá del reconocimiento formal, no asimilan plenamente aún el valor estratégico de esa participación
Pese a los graves impactos sociales y ambientales resultantes de la forestación de amplias áreas de territorio con especies de rápido crecimiento como eucaliptos y pinos, Ence y Botnia (junto a los grupos uruguayos COFUSA, FYMNSA e Industrias Forestales Arazatí) lograron que sus plantaciones fueran certificadas como “ambientalmente apropiadas, socialmente beneficiosas y económicamente viables”.
La instalación de las plantas de celulosa, Botnia y ENCE sobre la costa oriental del río Uruguay, cerca de Fray Bentos y frente a la ciudad de Gualeguaychú, han hecho aflorar la punta del iceberg del proceso de traslado de industrias y tecnologías contaminantes y agresivas para el ambiente, hacia los países empobrecidos del Sur.
En Misiones se talan 32,5 hectáreas de monte por día; o sea, que desaparecen 12.000 hectáreas cada año. Originariamente, la provincia contaba con 2.700.000 hectáreas de selva tropical, pero en la actualidad se estima esta superficie en 1.200.000 hectáreas. Es decir, que sólo queda el 44% de la selva original