Un viaje al futuro: Proyecto Singapur 2050
Físicamente las ciudades no cambiarán mucho, como humanos necesitaremos siempre suelos horizontales y ventanas para mirar al exterior… pero nosotros seremos más de … Leer Más
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Camilo Mora habla sobre cómo el crecimiento de la población sigue amenazando el futuro del planeta. A sus publicaciones en las principales revistas … Leer Más
La Declaración de Berna y Greenpeace otorgaron hoy a Chevron el “Premio a la vergüenza superlativa”. Los 64 mil votantes vía Internet eligieron al gigante petrolero norteamericano como peor empresa del planeta, responsable, entre otros, del desastre ecológico en la selva virgen del norte de Ecuador.
A principios de 2014, un reporte de Oxfam resumió gráficamente la desigualdad que impera en el mundo: 85 individuos concentran más riqueza que los 3500 millones de habitantes más pobres en el planeta, mitad de la población mundial. El informe, llamado “Gobernar para las élites: secuestro económico y desigualdad económica”, indicaba desde el título que la situación se mantiene porque las políticas gubernamentales se hacen para favorecer a los más ricos.
Lo cual no sorprende, en la vasta mayoría de los casos los gobiernos y legisladores llegan a sus cargos apoyados en las “contribuciones”, por decir lo menos, de esas élites de poder económico. En un año, los 85 más ricos aumentaron su fortuna en 14 por ciento, que se tradujo, en conjunto, en ganancias por 668 millones de dólares diarios, o casi medio millón de dólares por minuto.