Vertederos electrónicos: dónde va a parar la basura digital
Casi 50 millones de toneladas de residuos electrónicos se generaron en el mundo en 2018, según estimaciones del Fondo Económico Mundial. El futuro … Leer Más
Casi 50 millones de toneladas de residuos electrónicos se generaron en el mundo en 2018, según estimaciones del Fondo Económico Mundial. El futuro … Leer Más
“Agua, agua, en todas partes, y ni una gota para beber” El volumen del agua en el mundo se expresa mediante una cifra de gran importancia: 1.360 millones de km3, es decir 1.360 trillones de litros. Si dividimos esta cifra por cada ser humano, le correspondería a cada uno 250.000 millones de litros, lo que equivaldría a 400.000 piletas de natación. Bajo estas perspectivas, el agua aparece como un recurso prácticamente ilimitado. Sin embargo, de esa enorme masa líquida, sólo el 3% es dulce y la mitad de ella es potable.
Las pilas representan uno de los mayores problemas para su disposición final como residuos sólidos peligrosos ya que son generados como desechos domésticos y no se consideran el riesgo puesto que es de uso común. Una vez concluida su vida útil, llegan a los tiraderos sin ningún tratamiento; esto pone en riesgo a los ecosistemas y a la población aledaña debido al contenido de metales pesados.
El año pasado, en el Estado de Morelos el viejo modelo de gestión de la basura hizo crisis y evidenció que de este modo no es posible darle una solución integral al añejo problema, así de ser un problema de gestión ambiental deviene por acción u omisión en violación una serie de garantías constitucionales y legales en perjuicio de los que habitamos por estos rumbos.
La situación real que ha dado origen a esta investigación es el deterioro progresivo del ambiente urbano en la ciudad de Resistencia debido a la incorrecta gestión de los residuos sólidos urbanos (RSU), los cuales producen un impacto ambiental negativo.