Según reportan las autoridades en Veracruz, se aseguraron cerca de 500 mil litros de crudo en una planta clandestina de huachicol. Esta operación representa los esfuerzos continuos del gobierno para combatir el robo, la venta y la refinería ilegal de combustible en México. El huachicol se refiere al combustible adulterado o robado que no cumple con los requerimientos de calidad y seguridad estandarizados.
Una operación masiva en la lucha contra el huachicol
Esta vez, la incautación se realizó en una refinería clandestina ubicada en Coatzacoalcos, Veracruz, la cual se dedicaba a producir diésel artesanal, nafta ligera y solventes, así como otros derivados del crudo sin los permisos adecuados. Este tipo de operaciones son usadas para desmantelar las redes de distribución de huachicol, que representan una pérdida económica enorme para el país.
El robo de combustible o el adulteramiento del mismo, también conocido como huachicol, representa una amenaza a la seguridad nacional, la estabilidad económica y social del México. Dicha actividad representa una economía ilícita entrelazada con el crimen organizado, la corrupción y dinámicas comunitarias complicadas. Estas operaciones clandestinas han llegado a una escala que subrayan la escala de la amenaza que representa.
Las operaciones de huachicol se concentran en estados con extensas redes de ductos de Pemex, incluidos Guanajuato, Puebla, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo y el Estado de México. El fenómeno ha desarrollado una dimensión sociocultural única y preocupante. En algunas comunidades afectadas, el huachicol se ha arraigado profundamente como una actividad económica principal e incluso como una forma de vida.
Acciones lograron recuperar el crudo y la infraestructura empleada para su refinación
De esta manera, este 18 de junio de 2025, las autoridades mexicanas llevaron a cabo una operación a gran escala en el municipio de Coatzacoalcos, ubicado en el estado de Veracruz. Esta acción por parte de las fuerzas de seguridad terminó con la incautación de un volumen sustancial de huachicol, con una cifra que se sitúa alrededor de los 500 mil litros de crudo.
El objetivo del operativo fue designado como una planta clandestina o refinería ilegal, cuya actividad se basaba en la producción ilícita de combustibles, lo que demuestra lo mucho que las operaciones de huachicol han avanzado en el país. Además del petróleo, las autoridades recuperaron una gran cantidad de infraestructura crucial para el proceso del huachicol.
La operación se basó en un esfuerzo conjunto que involucró a entidades del aparato de seguridad del gobierno federal como el gabinete de seguridad y la gerencia de coordinación de inteligencia logística de petróleos mexicanos (Pemex). La información que hizo posible la incautación fue provista por inteligencia de campo y reconocimiento aéreo en todo Veracruz.
A pesar de las operaciones ilícitas no hubo detenidos en el lugar asegurado
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, informó públicamente los detalles de este importante aseguramiento, remarcando la importancia de este acontecimiento en la lucha contra el huachicol. Un detalle importante de remarcar es que, a pesar de la gran incautación de crudo, no se realizaron detenciones en el lugar. La instalación fue asegurada y sellada luego de la operación por las fuerzas federales.
La refinería clandestina operaba completamente fuera de la ley, no tenía permisos ni protocolo de seguridad y carecía de supervisión regulatoria, lo que incumplía flagrantemente los estándares de seguridad establecidos. La operación presentaba una amenaza constante de explosión, incendio o derrames tóxicos para la comunidad cercana, incluyendo zonas residenciales y ecosistemas locales.
Este incidente en Coatzacoalcos, además de ser un aseguramiento exitoso de huachicol, representa también la mitigación de un posible desastre ambiental derivado de la irresponsabilidad con la que el crímen organizado maneja las operaciones clandestinas de refinación, salvando potencialmente la vida tanto de personas como de animales, evidenciando otra de las grandes amenazas que representa el huachicol para México.
