El funcionario municipal se encontraba llegando a su casa junto a su escolta, cuando un grupo armado atentó contra el vehículo donde viajaba, causando el deceso de ambos. El alcalde tacambarense era investigado por la Fiscalía General de la República por presuntos vínculos con integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Atentado exitoso
En la jornada del pasado viernes, se dio a conocer la noticia de que el presidente municipal de Tacámbaro, Salvador Bastida García, y su escolta Pastor Cortez Álvarez, fueron abordados por un grupo de desconocidos y acribillados a balazos en la madrugada del jueves, causando la muerte inmediata de ambos.
Según el reporte policial, un grupo de civiles armados emboscó al alcalde Bastida García y su escolta mientras llegaban al domicilio del funcionario municipal, conduciendo una camioneta Ford estilo pickup blanca, en la calle Fuerte de Loreto, donde se encuentra la residencia municipal de Tacámbaro.
Pastor Cortez Alvarez, miembro de la Guardia Civil, falleció en el lugar de los hechos, mientras que su protegido logró ser trasladado al hospital María Zendejas, donde fallecería a causa de sus heridas a los pocos minutos.
El ayuntamiento de Tacámbaro confirmó el crimen y deceso del principal funcionario del ejecutivo local, extendiendo un mensaje cargado de tristeza y resolución a través de sus canales oficiales.
Este trágico suceso nos deja en un estado de tristeza y reflexión. Queremos reafirmar nuestro compromiso con la paz y la seguridad de todos los tacambarenses
, señaló el comunicado oficial. “Hemos solicitado el apoyo de las instituciones correspondientes para esclarecer este doloroso acontecimiento y asegurar que se haga justicia«, explican desde la alcaldía de Tacámbaro.
“Estamos trabajando en coordinación con los tres niveles de gobierno para reforzar las medidas de seguridad que garanticen el bienestar de nuestra comunidad«, añadió.
Cinco ediles asesinados en tres años
Salvador Bastida García, apodado como «Chavo Bastida», llegó a la presidencia municipal de Tacámbaro tras ganar las elecciones en septiembre de 2024, apadrinado por la alianza constituida por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Su asesinato es una consecuencia más de la constante disputa entre el Gobierno Federal y las organizaciones criminales que se asientan en el territorio nacional. Sumando un total de cinco representantes municipales que fueron asesinados entre inicios del 2022 y lo que va del 2025.
Antes de Bastida, en febrero de 2022, el presidente municipal de Contepec, miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Velázquez fue hallado sin vida tras ser reportado desaparecido en días previos a encontrar su cuerpo.
Para marzo de ese mismo año, el alcalde de Aguililla, parte del PVEM, César Arturo Valencia, se volvería el siguiente representante municipal en ser atacado y asesinado mientras se dirigía a la alcaldía. Ese mismo mes, un ataque sobre una taquería de Morelia, se cobró la vida de Guillermo Torres, alcalde priísta de Churumuco.
A estos ataques, se suma el que sufrió la edil panista de Cotija, Yolanda Sanchez Figueroa, quien falleció tras un tiroteo el 3 de junio del año pasado, cerca de la plaza principal de la localidad.
¿Un silenciamiento?
La Fiscalía General de la República (FGR), inició en noviembre pasado una investigación contra Salvador Bastida García y varios de sus funcionarios por mantener “reuniones habituales, consensuadas y establecidas” con integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La investigación logró revelar que, tanto Bastida como al menos tres de sus funcionarios «forman parte de una asociación que realiza reuniones habituales, consensadas y establecidas con miembros de la delincuencia organizada (CJNG), con fines delictuosos”, según el informe de la Fiscalía General.
Con la investigación sobre sus relaciones con miembros del CJNG en curso, el asesinato de Salvador Bastida García, edil de Tacámbaro, parece estar más relacionado a la hipótesis del silenciamiento, o incluso un ajuste de cuentas personal. Lo que, seguramente, hará bastante compleja la búsqueda de los asesinos.
