El cuerpo sin vida de Bernardo Bravo, fue encontrado sin vida en el Valle de Apatzingán, Michoacán, luego de que llevara a cabo denuncias públicas sobre extorsiones en los últimos meses. El líder citricultor y pilar en la defensa de todos los ciudadanos de su comunidad, hizo diversos llamados a las personas para que protestaran ante estos crímenes y ante la caída en el precio de los cítricos.
Una pérdida incalculable para la industria limonera y la comunidad de Apatzingán
El cuerpo de Bernardo Bravo fue encontrado con claros signos de violencia por lo que se ha establecido la causa de muerte como un asesinato, probablemente orquestado por el crimen organizado con el fin de mantener el control total sobre la industria limonera. Esta hipótesis se maneja en virtud que Bernardo Bravo se había convertido en el único citricultor que se revelaba ante las extorsiones criminales de forma pública.
El cuerpo fue hallado ya sin vida en horas de la mañana por los lugareños, quienes encontraron al fallecido a un costado de la carretera Apatzingán – Presa del Rosario. Según las autoridades policiacas y la Fiscalía General del Estado que examinaron la escena, el cuerpo de Bernardo Bravo presentaba signos de violencia.
Bernardo Bravo, se encontraba secuestrado por un grupo criminal del municipio de Apatzingán desde el domingo 19 de octubre. Según la información que se ha recolectado de los exámenes de la Fiscalía, la ejecución del líder limonero no fue inmediata, ya que su cuerpo mostraba inequívocas señales de que fue severamente torturado en las horas anteriores a su defunción.
La crisis de la industria limonera y la labor de Bernardo Bravo para mantener a flote el negocio a pesar de la oposición
Bernardo Bravo, asumió la presidencia de la Asociación de Citricultores del Valle Apatzingán (ACVA) tras su papel como empresario citricultor, siendo también el encargado del Tianguis Limonero, uno de los puntos principales de distribución de la zona. Su trayectoria profesional estuvo marcada por su lucha contra los grupos criminales que amenazaban la industria con extorsiones y violencia.
En septiembre, Bravo elevó una denuncia a través de sus redes sociales, en donde afirmó que él y los demás productores estaban permanentemente secuestrados por las elevadas cuotas que exigen los grupos criminales sobre las cosechas. Además, le pidió al gobierno que tomara acciones para asegurar la seguridad de todos los productores de limón y que las extorsiones pudieran terminar.
Bernardo Bravo, también demandó que los precios del limón fueran justamente regulados, afirmando que los 3 o 4 pesos a los que se compra el kilogramo de limón son insuficientes para cubrir los costos de producción que están en cifras cercanas a los 5 pesos. De esa forma, afirmaba que para poder mantener una situación digna para todos los productores, el precio debería ser al menos el doble de eso.
Protestas encabezadas por Bernardo Bravo pudieron ser motivo de su asesinato
Tras estas denuncias, llegó un punto en el que bajo su liderazgo, se convocaron protestas para el 10 y el 14 de octubre. Durante la primera manifestación, con motivo de exigir un aumento en los precios del limón, se suspendió la venta de unas 300 toneladas del fruto, con lo que se dejó sin producto a seis municipios de Michoacán.
En la segunda protesta, se exigió el regreso de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND), algo que afectaría directamente a los grupos criminales. El crimen organizado se aprovecha actualmente de la falta de regulación sobre la producción de insumos como el limón, de modo que el retorno de la FND introduciría una estructura de desarrollo federal para la industria, una posibilidad que se presume fue el motivo principal del asesinato de Bernardo Bravo.
