El gobierno de la Ciudad de México espera una «marea humana» de más de 13 millones de fieles para este 12 de diciembre. Por esta razón, comenzó a desplegar un operativo masivo con más de 100 000 oficiales. La ciudad comenzó a transformar su paisaje habitual para recibir a una de las movilizaciones religiosas más grandes del mundo. Frente a la celebración del Día de la Virgen de Guadalupe, las autoridades activaron el «Operativo Basílica» diseñado para poder gestionar la llegada de miles de personas.
Blindaje por tierra y aire
La cifra de asistentes proyectada para este año supera el récord de 2023. Para hacer frente a este desafío, la alcaldesa Clara Brugada confirmó un operativo que inició el pasado 5 de diciembre y se extenderá hasta el sábado 14. Este cuenta con el despliegue de 105 000 servidores públicos encargados de «resguardar la integridad» de los fieles que viajan desde todos los rincones de México y el extranjero. El secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, detalló que el dispositivo incluye 255 patrullas, 73 motocicletas, 15 grúas y el uso de tecnología avanzada con dos drones tácticos para monitorear las zonas de mayor concentración.
La vigilancia también estará en los cielos. Los helicópteros del agrupamiento «Cóndores» de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ya realizan sobrevuelos constantes para supervisar los accesos carreteros por donde ingresan las columnas de peregrinos. De forma simultánea, en tierra, la Subsecretaría de Control de Tránsito ha implementado un estricto dispositivo de vialidad para evitar el estacionamiento en doble fila y garantizar que, pese a la multitud, la movilidad de la ciudad no colapse.
Además, para prevenir cualquier eventualidad médica, se habilitaron tres helipuertos para traslados de urgencia. Estos están sumados a una red de brigadistas de Protección Civil, personal de la Secretaría de Salud federal y 13 ambulancias del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM).
El impacto económico y los refuerzos en transporte
La llegada masiva de visitantes representa un reto en la logística. Pero también implica un fuerte impulso económico. Se espera que la derrama económica supere los 1600 millones de pesos (unos 88 millones de dólares) registrados en 2024. Un número nunca antes visto.
El Sistema de Transporte Colectivo Metro reforzó su operación, incrementando la presencia de agentes y personal de seguridad en las tres estaciones clave aledañas a la Basílica de Gustavo A. Madero. El objetivo es canalizar de manera segura a los millones de devotos que buscan llegar a los pies del Cerro del Tepeyac, lugar donde la tradición marca la aparición de la virgen morena al indígena Juan Diego en 1531.
Un llamado a la paciencia vecinal
Consciente de las alteraciones que este evento masivo genera en la vida cotidiana de los capitalinos, la jefa de Gobierno hizo un llamado a la empatía. Clara Brugada pidió «paciencia y comprensión» a los vecinos de la zona y los animó a recibir a los visitantes con la hospitalidad que caracteriza a la ciudad. «Apoyen a los peregrinos con hospitalidad y cariño, con el calor y la solidaridad que distinguen a nuestra ciudad», expresó la mandataria. De esta manera se busca suavizar las posibles molestias vecinales ante una celebración que, año tras año, convierte al norte de la capital en el epicentro de la fe católica en América.
La peregrinación a la virgen de Guadalupe nos recuerda la vitalidad de un fenómeno que sobrevive al tiempo. Mientras las autoridades y responsables de la logística de la capital se ponen a prueba para gestionar una «ciudad dentro de la ciudad», el corazón del evento sigue siendo el mismo que en 1531. Hablamos de la devoción inquebrantable. Son millones de personas que, movidas por la fe, caminarán kilómetros para cumplir su promesa ante la Virgen en el Tepeyac.
