La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito en Nueva York otorgó a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, una prórroga de 90 días para presentar su escrito de apelación. El exfuncionario fue condenado en octubre de 2024 a 38 años de prisión por delitos relacionados con narcotráfico
Nueva prórroga en el proceso judicial en la resolución firmada por la jueza
El martes quedó asentada en los registros oficiales la resolución firmada por la jueza Alison Nathan. Con esta decisión, el plazo para que García Luna presente su escrito inicial de apelación se extiende hasta el 18 de diciembre de 2025. Se trata de la tercera prórroga otorgada en el caso, aunque en esta ocasión incluye instrucciones específicas respecto al trato penitenciario.
La ampliación responde a un pedido de los abogados defensores, César de Castro y Valerie Gotlib, quienes señalaron la dificultad de preparar la apelación sin acceso regular a su cliente (esto solicitó el gobierno de Trump). La jueza aceptó la moción y dejó constancia en el fallo. Según el comunicado oficial: “Por la presente se ordena que se conceda la moción. Por el Tribunal, Catherine O’Hagan Wolfe”.
De este modo, la Corte no solo concedió más tiempo para la apelación, sino que también dio un paso significativo en atender las quejas sobre condiciones de reclusión, lo que marca un precedente en la supervisión judicial de los derechos de un recluso condenado por narcotráfico, también la medida judicial instruye al sistema penitenciario a mejorar su comunicación con la defensa, tras denuncias de aislamiento y malos tratos.
Mejoras en la comunicación con la defensa de García Luna
Bajo este aspecto, el tribunal ordenó al Buró Federal de Prisiones (BOP) garantizar que García Luna pueda reunirse y comunicarse con su equipo legal de forma regular. Sin embargo, esto implica visitas presenciales periódicas y llamadas telefónicas planificadas.
Para la defensa, se trata de un giro indispensable: en los últimos ocho meses apenas lograron hablar una vez con él, entonces la falta de contacto complicaba cualquier avance. El propio exfuncionario no había tenido acceso a los expedientes de su caso ni a las transcripciones del juicio, lo que en la práctica lo dejaba sin posibilidad de revisar pruebas o preparar argumentos.
En este punto se resuelve la incógnita del título: además de conceder más tiempo, la Corte puso fin a lo que los abogados denunciaron como “tratos extremos”, en referencia a las restricciones que sufría su cliente desde hacía más de un año.
Hubo quejas previas y condiciones carcelarias
Los defensores habían documentado una serie de episodios ocurridos durante la estancia de García Luna en una cárcel de Virginia. Allí, según señalaron, se le prohibió utilizar cubiertos, bañarse con regularidad o incluso afeitarse. También fue recluido en un módulo reservado para presos sancionados, pese a que nunca recibió infracciones disciplinarias.
Según la defensa, indicaron que perdió cerca de 14 kilos en pocos meses, siendo que el aislamiento se agravó con la falta de acceso a documentos básicos para su defensa. “Desde diciembre de 2024 el Sr. García Luna no ha tenido acceso a ninguno de sus materiales legales”, detallaron en escritos anteriores.
Hoy el exsecretario se encuentra en la prisión de máxima seguridad de Florence, Colorado. Allí, de acuerdo con sus abogados, los abusos han cesado, aunque la incomunicación seguía siendo un obstáculo (esto fue lo que Sheinbaum consideró importante) pero el fallo judicial busca corregir de raíz esa situación.
Por otro lado, García Luna, quien fue parte de la estrategia de seguridad mexicana durante el gobierno de Felipe Calderón, cayó en desgracia tras comprobarse sus vínculos con cárteles pero su condena en Estados Unidos lo convirtió en el funcionario mexicano de más alto rango en enfrentar un fallo de este tipo en territorio extranjero, pero la extensión hasta el 18 de diciembre de 2025 indica que esta batalla judicial continúa.