Héctor Agustín «N», quien es conocido como «El Cachorro», fue identificado por las autoridades como el líder de una red criminal, siendo aprehendido el día de hoy. Su grupo delictivo se especializaba en la compra y venta de armas, y además de encargarse de suministrar armamento a diferentes facciones del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que operan en los estados de Jalisco, Estado de México y Nayarit.
CJNG uno de los principales objetivos del gobierno mexicano
Según las investigaciones, «El Cachorro» abastecía a este grupo delictivo con presencia en el occidente del país. Su captura y la de sus colaboradores debilitan de gran manera la capacidad operativa de la organización criminal conocida como CJNG. Las autoridades consideran esta detención un golpe significativo a la logística del crimen organizado, lo que reduce su capacidad de acción y poder de armas de fuego.
Todos los detenidos fueron entregados al Ministerio Público Federal. Ahora, el Ministerio Público determinará la situación legal de cada uno de los privados de libertad en las próximas horas. Se espera que enfrenten cargos relacionados con delincuencia organizada y posesión ilegal de armas. Este proceso judicial es crucial para desarticular la estructura delictiva del CJNG a la que pertenecían y que ya ha estado siendo fuertemente golpeada.
Armamento, explosivos y vehículos asegurados en los cateos
La captura de Héctor Agustín «N», alias «El Cachorro», fue el resultado más importante de un operativo coordinado entre la Secretaría de Marina (Semar), la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSC), la Fiscalía General de la República (FGR). Se le identificó como el líder de una célula criminal, así como jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En este operativo intervinieron las autoridades, Omar García Harfuch informó que se llevaron a cabo 16 cateos en Jalisco, Nayarit y el Estado de México. En estos lugares, un total de 14 personas fueron arrestadas. Diez de los detenidos ya tenían órdenes de aprehensión vigentes por cargos de delincuencia organizada, relacionados específicamente con la acumulación y el tráfico de armas.
Durante los cateos, las autoridades aseguraron una gran cantidad de armamento, explosivos, municiones, equipo táctico y vehículos. Se detuvo a cuatro personas más, una de ellas responsable de custodiar una bodega llena de armamento y equipo táctico. Entre los artículos incautados se encontraron 27 armas cortas, cuatro armas largas, cuatro granadas, cajas con cartuchos, placas balísticas, cargadores, siete vehículos y una motocicleta.
La falta de reportes sobre la búsqueda de «El Cachorro» podría deberse a la discreción de las agencias de inteligencia
Además del líder, Héctor Agustín «N», las autoridades también detuvieron a nueve de sus colaboradores clave. Entre ellos se encuentran los operadores financieros Adily «N» y Luis «N», el logístico Bernardo «N», y varios individuos dedicados a la compra, venta, modificación y distribución de armas. Estos últimos son: Javier «N» alias «Jalisquillo», Héctor «N», Salvador «N», Santiago «N» y Fernando «N», Kevin Darío «N».
Esta celula criminal del CJNG estaba activa en varios estados, entre los capturados, siete de ellos eran operadores de primer nivel, quienes se conoce que tenían roles clave como jefes de plaza y encargados de las operaciones financieras y logísticas. Además, entre los otros detenidos se ientificaron a otros tres individuos de segundo nivel, cuya función principal era la adquisición, alteración y venta de armamento.
En la información pública disponible, no hay registro que confirme si las autoridades ya habían buscado antes a «El Cachorro», sin embargo, su historial como líder criminal y proveedor de armas para el CJNG sugiere que era una figura relevante dentro de la organización criminal, lo que probablemente lo tenían en el radar de las autoridades nacionales ya que este tipo de objetivos de alto valor suelen ser el resultado de investigaciones prolongadas y meticulosas.
