El titular de Seguridad y Protección Ciudadana dio más detalles sobre el avance en la investigación por el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, y aseguró que no hay evidencia alguna de la existencia de vínculos entre los miembros del equipo de seguridad encargado de escoltar al alcalde michoacano y las células del crimen organizado arraigadas en el estado.
No hay un topo
Tras el atentado que acabó con la vida del alcalde del municipio michoacano de Uruapan, Carlos Manzo, la principal incógnita a resolver por parte de los investigadores de las fuerzas estatales y federales tiene que ver con los fallos en los mecanismos de seguridad asignados al jefe comunal, que contaba con una importante escolta que incluía efectivos de la Guardia Nacional y la Policía local.
En este sentido, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, otorgó más detalles durante la jornada de hoy en relación al proceso de investigación.
El funcionario nacional aseguró que no encontraron evidencia alguna que pueda sugerir que los miembros del equipo de seguridad de Carlos Manzo tengan algún vínculo con ninguna de las múltiples organizaciones criminales que campan a sus anchas en el estado de Michoacán.
«No hay ningún indicio de que los policías municipales de este grupo de Policía que brindaba protección al alcalde haya tenido algún vínculo», sentenció Harfuch.
Además, precisó que uno de los escoltas del exalcalde de Uruapan llegó a abrir fuego contra los atacantes, matando a uno de ellos en el acto. Esto, explicó el funcionario federal, se debió a que formaban parte del círculo primario de seguridad del regente municipal.
Se desconoce la identidad del abatido
Al ser consultado por el atacante muerto durante el atentado, Omar Harfuch reconoció que su identidad sigue siendo una incógnita, pero que las tareas de investigación para dar con su nombre todavía siguen en curso.
«La persona no traía identificación, tenía algunos indicios en la ropa que nos ayudaron a identificar en las cámaras los lugares donde había estado previamente… En cuestión de tiempo tendremos la identificación plena, así como del grupo delincuencial«, sentenció.
Los investigadores siguen trabajando en reconocer a qué grupo delictivo pertenecía el atacante abatido. Harfuch mencionó a Los Viagras, el Cártel de Jalisco, Los Blancos de Troya, entre otros grupos criminales, para dar a entender que la SSC tiene pleno conocimiento de las organizaciones que operan en Michoacán, señalando que es cuestión de tiempo para que se aten los cabos y se dé con los responsables por el asesinato de Carlos Manzo.
La situación de la Guardia Nacional en Uruapan
Por su parte, el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, hizo énfasis en explicar el accionar de la Guardia Nacional en Uruapan, seriamente cuestionada tras el asesinato del regente municipal Carlos Manzo.
Trejo explicó que el papel de los efectivos de la Guardia Nacional que formaban parte de la seguridad de Manzo «era proporcionar seguridad periférica» y de apoyo a los oficiales de la policía local.
A su vez, el apoderado de la cartera de Defensa Nacional confirmó que, en diciembre del año pasado, se llevó a cabo un análisis de riesgo sobre la figura del alcalde michoacano, cuyo resultado determinó que era necesaria la coordinación entre las fuerzas federales y municipales para mantener a salvo al alcalde de Uruapan.
No obstante, Carlos Manzo decidió que su escolta de seguridad personal esté conformada exclusivamente por efectivos de la Policía Municipal, grupo conformado por personal de su extrema confianza y considerados lo suficientemente capacitados para el trabajo, señaló el secretario Trejo.
En cuanto a los refuerzos de la Guardia Nacional, Trevilla Trejo detalló: «Le correspondió proporcionar seguridad periférica, acompañarlo en recorridos, en patrullajes; él salía mucho al campo». «La encomienda de las fuerzas armadas era darle seguridad periférica y, por su preparación, enfrentar a los grupos delincuenciales», insistió.
			
			