Este domingo 28 de diciembre, el ambicioso proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIT), enfrentó uno de los episodios más críticos desde su reactivación. Mientras transitaba por la línea Z, la cual conecta el puerto de Salina Cruz en el estado de Oaxaca, con el puerto de Coatzacoalcos en Veracruz, transportando un convoy de unos 241 pasajeros y 9 tripulantes, de los cuales 10 salieron heridos debido a su descarrilamiento.
Siniestro ferroviario en la Línea Z del Corredor Interoceánico aterrorizó a los pasajeros que utilizaban el servicio
El incidente, registrado cerca de las 11:50, fue producto de un descarrilamiento de su unidad de tracción principal. La avería, se dio a la altura de la comunidad zapoteca de Nizanda, Asunción Ixtaltepec, interrumpiendo por un tiempo prolongado, la conectividad entre ambos océanos y poniendo en riesgo la integridad de los pasajeros y la tripulación. De esta manera, se reabrió el debate sobre la seguridad y el mantenimiento de las megaobras ferroviarias en el país.
La Secretaría de Marina (Semar), encargada de la administración del sistema, ha estado promocionando el Corredor Interoceánico como una alternativa competitiva frente al Canal de Panamá, para el traslado de mercancías. Resaltando, que este posee una capacidad de movilizar hasta 1,4 millones de contenedores al año. Sin embargo, este descarrilamiento representa el segundo incidente en menos de 10 días.
Este es el segundo incidente que enfrenta el Interoceánico, poniendo en duda la confiabilidad
A este evento, se le suma la colisión ocurrida el pasado 20 de diciembre en el estado de Chiapas, en la cual un tren del Interoceánico se había estrellado contra una pipa que transportaba asfalto. Aunque la incidencia fue originada por la imprudencia del conductor del vehículo pesado, el choque ocasionó el cierre temporal de la ferrovía, debido a que tuvo como consecuencia también un descarrilamiento de la misma.
El convoy de este domingo, conformado por 2 locomotoras y 4 vagones, transportaba entre los pasajeros a turistas y habitantes que aprovechaban el medio en esta época de festividades navideñas. Los informes técnicos señalan que la locomotora principal sufrió una pérdida de adherencia con la superestructura ferroviaria, lo que provocó que se detuviera la marcha para evitar un vuelco de mayor gravedad.
Inicialmente, la Secretaría de Marina sostuvo que no se registraron víctimas fatales ni lesionados de gravedad. Sin embargo, reportes de testimonios en la zona indicaron una discrepancia informativa, confirmando que al menos diez personas salieron con heridas que requirieron atención médica y traslado a unidades hospitalarias cercanas.
La respuesta inmediata de las autoridades competentes
La propia presidenta Claudia Sheinbaum, informó que en el momento y sitio del incidente, la administración del Tren Interoceánico activó protocolos de apoyo inmediato. La planificación acudió con autobuses y otras unidades ferroviarias enviadas específicamente para el rescate. Buscando así las autoridades, apaciguar el descontento y las consecuencias sufridas por los usuarios en la zona del kilómetro Z-230+290.
Ante la gravedad de estos accidentes, es inevitable que se generen comparaciones como las que se oyen con el Tren Maya. Este, sería diseñado con velocidades de hasta 160 km/h, mientras que el Tren Interoceánico opera a velocidades entre los 70 y 100 km/h. Debido a la antigüedad del trazado original y las cargas limitadas, se requiere de un margen de error muy reducido.
De esa forma, la alarmante cifra de dos accidentes en menos de dos semanas, evidencian, tanto la falta de señalización adecuada y barreras de seguridad en los cruces, como la falta de prevención de fallas intrínsecas en la vía o el material rodante. Esta acumulación de eventos, ha llevado a cuestionar si el apuro por inaugurar las megaobras del sureste mexicano ha comprometido la rigurosidad en la seguridad ferroviaria.