La ciudad de México (CDMX) ha sido por tercera vez en este mes de julio, objetivo de una marcha contra la gentrificación, en la que cada una de estas movilizaciones se ha saldado con una importante cantidad de participantes y daños a la propiedad pública y privada de la ciudad. Estos daños han afectado directamente a los comercios de las zonas, y al sistema de transporte público.
¿Qué motivó esta tercera movilización?
Este sábado 26 de julio tuvo lugar la tercera marcha en contra de la gentrificación en CDMX, la marcha tuvo un recorrido que fue desde el Hemiciclo a Juárez hasta la embajada de Estados Unidos en México. Los principales promotores de la marcha fueron organizaciones juveniles cuyas principales demandas son las de vivienda digna, el congelamiento de rentas y la utilización de inmuebles ociosos.
En ese sentido, el gobierno ha respondido implementando una serie de protocolos de seguridad y asegurando que se anunciaran políticas públicas con el fin de combatir los motivos de la gentrificación, como los precios excesivos de las viviendas y la especulación del mercado inmobiliario, que han generado un aumento en la tensión de la población que finalmente ha dado como resultado las marchas de este mes de julio.
La tercera marcha contra la gentrificación, en el STC metro
Aunque para muchos, esta tercera marcha contra la gentrificación cerró con saldo positivo en comparación con las anteriores, se reportaron actos vandálicos nuevamente en la propiedad pública. Los daños se concentraron en el STC metro, los manifestantes causaron interrupciones en las líneas de Metrobús y en la línea 3 de la estación realizaron actos de vandalismo.
El vandalismo observado consistió en pintas en las superficies de las paredes y las señalizaciones de la estación, además de en los vagones de tren. Se reportó una gran cantidad de cristales rotos en las estaciones y daños en la señalética dentro del metro. El gobierno no tardó en condenar los actos de violencia realizados durante la marcha y reafirmó sus intenciones de establecer un diálogo con los manifestantes.
El impacto económico de las marchas
El primer día en el que se llevó a cabo una marcha contra la gentrificación, representó una pérdida importante en el comercio de la ciudad con pérdidas que superaron los 10 mil millones de pesos, en donde la mayor parte de esa pérdida se estimó con las ventas no realizadas y la otra parte por daños materiales directos. En esta oportunidad aún no se ha cuantificado la magnitud de los daños.
Además del aspecto económico, también se sufrieron daños culturales debido a las marchas como los causados al Museo Universitario de Arte Contemporáneo y la librería Julio Torri durante la segunda manifestación el pasado viernes, en donde se perpetraron vandalizaciones y saqueos de propiedad de alto valor. Aunque se realizan las reparaciones pertinentes, el coste material y de uso de la ciudad es importante.
La respuesta del gobierno a las marchas y sus razones
A partir de la segunda marcha, se implementó el protocolo de seguridad que incluye un despliegue policial de más de 700 agentes y el uso de encapsulamientos para mantener el orden. Sin embargo, es importante mencionar que no se les permitió a los policías el uso de armas de fuego durante las manifestaciones, por lo que la acción es meramente de contención para evitar incidentes de daños.
En ese sentido, varias figuras políticas han promovido las manifestaciones pacíficas, reconociendo que la causa de la gentrificación es un factor de preocupación muy importante, pero remarcando que la violencia y el vandalismo no son la solución al problema. De este modo, ya se ha anunciado un conjunto de 14 acciones destinadas a combatir la gentrificación, que serán implementadas a finales de noviembre.