Este sábado, las comunidades trans y no binaria se manifestó de forma pacífica en la estación Insurgentes del Metro de la Ciudad de México. Esta manifestación surgió como respuesta a un incidente de discriminación ocurrido el 14 de agosto, cuando se le negó el acceso al vagón exclusivo para mujeres a una mujer trans, quien hizo público el caso, indicando que ellas también sufren de acoso.
El objetivo fue generar empatía
Alrededor de la 1 de la tarde, las activistas trans entraron al vagón. Con la intención de crear conciencia y visibilizar la violencia y discriminación que enfrentan a diario, interactuaron con las usuarias. Durante el evento, entregaron flores y conversaron sobre la importancia del respeto y la inclusión. Este acto buscaba fomentar el diálogo y la empatía en un espacio público.
Las manifestantes de las comunidades trans y no binarias se comprometieron a mantener una protesta pacífica y ordenada. Antes de entrar a la estación del Metro, acordaron que no harían pintadas, ni causarían destrozos. También decidieron que no responderían a ningún acto de provocación por parte de posibles grupos de choque. Durante la manifestación, las activistas se apegaron a su plan de protesta pacífica.
Manifestación trans fue pacífica en un acto de amor y resistencia
Las manifestantes optaron por una forma de expresión simple y directa: pegaron stickers con la leyenda «Soy mujer». Este acto no solo buscaba visibilizar su identidad, sino también reafirmar su derecho a utilizar los espacios públicos, como el vagón exclusivo para mujeres, sin ser agredidas o discriminadas. Dentro del vagón, las comunidades trans compartieron el propósito de la protesta: contrarrestar los mensajes de odio con actos de amor.
Ella enfatizó que, legalmente, las mujeres trans tienen derecho a ocupar ese espacio exclusivo para mujeres como un lugar seguro. El objetivo de la manifestación era simple: que sus derechos fueran reconocidos, especialmente el derecho a existir. Las comunidades trans exigen ser vistas como mujeres y no ser excluidas de espacios donde, al igual que otras mujeres, buscan resguardarse del acoso y la violencia.
Otra de las participantes señaló la alarmante realidad de los transfeminicidios en el país, crímenes motivados por el odio que subrayan la necesidad de que las autoridades reconozcan la violencia contínua que enfrentan las comunidades trans. Las manifestantes en la estación Merced, allí realizaron un pequeño mitin antes de volver a subir al metro y culminar su protesta en la estación Cuauhtémoc.
La manifestación cobra especial relevancia al considerar la reciente escalada de violencia contra las comunidades trans en México
Algunas de las mujeres que viajaban en el vagón reaccionaron positivamente a la protesta, aplaudiendo y mostrando su apoyo a las manifestantes. Otras, por su parte, se mantuvieron en silencio, escuchando el mensaje sin interactuar. Sin embargo, no todas las reacciones fueron de aceptación, aunque algunas tenían mala cara e incluso se tapaban los oídos, evidenciando el rechazo que aún existe en algunos sectores.
Sólo en el mes de agosto, se registraron dos transfeminicidios en Jalisco, trágicos eventos a los que se suma el asesinato de una mujer trans conocida como «La Monse» en Tabasco. Estos crímenes han sido catalogados como crímenes de odio por activistas y organizaciones de derechos humanos, quienes han exigido a las autoridades una pronta investigación para esclarecer los hechos y hacer justicia.
Según datos del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT, la situación es crítica. En lo que va del año 2025, se han contabilizado 22 asesinatos y 15 desapariciones de personas de la comunidad, lo que equivale a casi tres muertes al mes. Estas cifras alarmantes subrayan la urgencia de que la sociedad y las autoridades reconozcan y actúen ante la extrema violencia y vulnerabilidad que enfrentan la comunidades trans.