En la noche en el Gigante de Acero, Monterrey y América, dos viejos conocidos de instancias decisivas se volvieron a cruzar en una Liguilla; con gradas llenas, lluvia intermitente, un césped rápido y dos planteles con argumentos de sobra para pelear por el título. Apenas iniciado el complemento, se consolidó la tendencia en el primer tiempo, en donde Monterrey se mostró más preciso y terminó imponiéndose con autoridad, pero el marcador definitivo fue 2 a 0 a favor de Rayados, una diferencia que cambia por completo el panorama de cara a la vuelta.
Primer tiempo con golpes de intensidad de Monterrey
Una vez comenzado el partido, podemos decir que el arranque fue áspero, muy disputado y con ambos equipos midiendo cada espacio. Monterrey avisó temprano con un intento de Corona, pero América respondió con un tiro de Brian Rodríguez, que buscó el poste más lejano sin éxito.
A los 38 minutos, Ricardo Chávez vio la amarilla en una acción que trajo reclamos desde el banquillo visitante. A partir de ahí, el duelo comenzó a subir de tono, como suele ocurrir cuando estos equipos se encuentran en Liguilla, en otro encuentro el Toluca se impuso ante Juárez, siendo que incluso el VAR quedó en el centro de la conversación por una dura entrada que no pasó a mayores.
Y justo antes del descanso, llegó el momento que levantó al estadio, pero en tiempo añadido, Sergio Canales prendió un balón retrasado y lo mandó a guardar con un remate rasante que estaba lleno de potencia; con eso, Monterrey se fue al descanso con ventaja.
Un segundo tiempo marcado por los contratiempos y ajustes
Como si fuese poco para el espectáculo, la lluvia reapareció para el complemento y modificó ligeramente el juego, ya que hubo más resbalones, más rebotes complicados, más necesidad de estar atento al bote impredecible. América intentó reaccionar con movilidad de sus extremos, y por momentos estuvo cerca, sobre todo con ese disparo cruzado de Rodríguez que se fue apenas ancho.
Asimismo, Rayados respondió con paciencia porque Canales volvió a probar suerte y Malagón salvó en dos tiempos. Luego vinieron los cambios: Martial, Aguirre, Zuñiga, Dávila… ambos técnicos movieron piezas del equipo porque el partido ya exigía piernas frescas y algunos jugadores comenzaban a sufrir el desgaste.
Por otro lado, el golpe definitivo cayó al 72′, pero en un tiro de esquina, Fidel Ambriz ganó por arriba y, en el rebote, Igor Lichnovsky terminó enviando la pelota a su propia portería en un intento desesperado por rechazar. Autogol y 2-0 para Rayados.
¿Cuál es el panorama para ambos equipos de cara a la vuelta?
El conjunto de Jardine nunca logró asentarse debido a que le faltó profundidad por dentro, no encontró una salida limpia y, para colmo, terminó enfrascado en discusiones con el árbitro más que en generar fútbol. Entre quejas por posibles penales, choques duros en el medio campo; mientras tanto, Rayados jugó con una madurez notable.
El equipo ganador administró su ventaja sin desesperarse, movió la pelota con calma y cerró líneas, logrando que su plan funcione porque América terminó lanzando centros sin sorpresa y disparos desde larga distancia, una señal clara de que el equipo no encontraba cómo romper el cerco defensivo.
Para la vuelta, las Águilas necesitan igualar o darle la vuelta al marcador global, lo que implica buscar un 2-0 en casa, aunque lo ideal para olvidar esta noche tan gris sería ganar por tres goles o más. Del lado de Monterrey, no puede permitir que el global se empate y, mucho menos, una derrota por diferencia amplia, sobre todo con el fichaje de Martial. La cita para resolverlo todo será este sábado 29 de noviembre, a las 5 de la tarde, en el Estadio Ciudad de los Deportes.
