La conversación sobre la eutanasia volvió al centro del debate público mexicano, pero esta vez, el grupo parlamentario de Morena en el Senado apoyó la iniciativa ciudadana «Ley Trasciende», que propone reconocer en la ley de derecho a una muerte digna, incluyendo la eutanasia y el suicidio médicamente asistido.
Una iniciativa que nace desde el dolor y la esperanza
Durante una conferencia encabezada por la senadora Reyna Celeste Ascencio, la activista Samara Martínez, paciente de una enfermedad degenerativa desde hace más de una década, entregó más de 128 000 firmas en apoyo a la iniciativa.
Durante su mensaje fue breve, pero poderoso: «No vengo a pedir compasión, vengo a exigir dignidad. Morir con paz también es un derecho». Sin embargo, Martínez pidió al Congreso legislar «con humanidad y sin prejuicios», todo esto en el marco de unión en Morena, y su voz se convirtió en una causa que, por años, se mantuvo silenciada.
En esta oportunidad, la Ley Trasciende busca que personas en etapa terminal o con enfermedades crónicas degenerativas puedan decidir, de forma libre e informada, cómo y cuándo desean despedirse, pero es necesario explicar que no se trata de fomentar la muerte, sino de garantizar el derecho a elegir cómo vivir los últimos días con serenidad y sin sufrimiento.
Los pilares que tiene la «Ley Trasciende»
El activista Aurélien Guilabert explicó que la propuesta incluye puntos muy importantes para garantizar la autonomía del paciente, pero uno de ellos es permitir la interrupción voluntaria de tratamientos médicos cuando ya no representen esperanza de mejora.
También busca que la voluntad anticipada se consolide como una herramienta legal que proteja las decisiones de cada persona, contemplando que otro aspecto central es el acceso universal a cuidados paliativos, que hoy solo alcanza al 5% de los pacientes que necesitan en México.
Además, contempla la ayuda médica para morir, ya sea a través de la eutanasia o del suicidio asistido. «Adueñarse de la muerte es el culmen de la dignidad», citó Guilabert al médico Arnoldo Kraus, mientras pedía abrir un parlamento incluyente junto a la Secretaría de Salud, pero la iniciativa no busca dividir; plantea que el Estado no puede seguir negando acompañamiento a quienes eligen morir en paz.
Morena promete apoyo legislativo para esta ley
En este caso, la senadora Reyna Celeste Ascencio pidió una discusión «responsable, ética y constitucional», indicando que «vivir con dignidad implica también tener el derecho a no ser obligado a sufrir».
Por su parte, Lilia Margarita Valdez, médica y legisladora por Morena, aseguró que existen condiciones para avanzar con la reforma: «Conmigo tienen una aliada. No nos haremos para atrás. Ojalá podamos aprobarla antes de que termine este período ordinario».
De igual manera, Samara Martínez, firme en su discurso, recordó: «El sistema de salud nos ha fallado. La medicina nos ha fallado. Espero que ustedes, senadores y senadoras, no nos fallen». Lo que demuestra que sus palabras demostraron el sentimiento de quienes han vivido el deterioro físico sin opciones médicas ni legales para decidir su final.
Hay que tener en cuenta que, con esta presentación, la Ley Trasciende incidió su camino legislativo en el Senado, siendo que se prevé un debate intenso, pues el tema enfrenta visiones distintas sobre la protección constitucional de la vida y el principio de autonomía personal, el Congreso Federal debe tener facultad para legislar y garantizar una regulación uniforme en todo el país. De aprobarse, México, lugar en el que el Senado da luz verde a la reforma de la Ley de Amparo, incluyendo la retroactividad, se uniría a países como Países Bajos, Bélgica, España y Uruguay, donde la eutanasia está permitida bajo normas estrictas.

