La minera Sago Import Export, ubicada en Zimapán, Hidalgo, fue sancionada con un cierre temporal ordenado por la Procuraduría Federal de Protección del Ambiente (Profepa), en vista de derrames que fueron denunciados por la población. Esta medida se tomó después de una inspección que detectó un riesgo de daño ambiental debido a la presencia de residuos peligrosos. La medida fue informada a través de la página oficial de Profepa quien señaló que los daños afectaban dentro y fuera de las instalaciones de la minera.
Daños fueron determinados durante inspección de la Profepa
Una inspección reveló un derrame de jales, que contaminó el suelo tanto del predio de la minera como de las áreas circundantes. Según lo señalado por la dependencia, en la inspección se identificó riesgo inminente de daño ambiental por residuos peligrosos, motivo por el que se le ordenó a la empresa el cese de sus actividades, además de emprender acciones inmediatas para se la contención, remoción y restauración del área dañada.
Los residentes de Santa María, a través de videos, evidenciaron la práctica indebida de la empresa. Estas grabaciones mostraron cómo se afectaron los terrenos de la población, ya que el producto proveniente de los jales mineros se derramó en sus predios, causando una visible contaminación y un impacto directo en su entorno. La evidencia visual aportada por los vecinos fue crucial para la intervención de la Profepa.
Se exige urgentemente reparar el área afectada
La comunidad jugó un papel crucial en la denuncia ante profepa, demostrando la importancia de la vigilancia ciudadana en la protección ambiental y la detección de irregularidades. Ante la evidencia de la contaminación, se exigió a la empresa Sago Import Export, la implementación urgente de medidas para contener y retirar los materiales peligrosos, así como para remediar las áreas afectadas lo más pronto posible y de manera adecuada.
Estas reparaciones incluyen el interior de la mina y los terrenos circundantes, los cuales sufrieron el impacto de la sustancia contaminante, llegando incluso a propiedades privadas como el invernadero vecino en Santa María. La publicación de la Profepa sirvió como plataforma para que la ciudadanía alzara su voz: numerosos comentarios señalan a Sago Import Export como la responsable de la contaminación del agua y la tierra en la región.
Los ciudadanos dijeron que el agua no es apta para el uso diario, ni el aire es respirable
La preocupación es palpable por todos los habitantes de la región, especialmente porque este problema ambiental se agudiza con la llegada de las lluvias, evidenciando una afectación recurrente que impacta la calidad de vida de los habitantes. Una usuaria, denunció ante la Profepa que los residuos han invadido sus casas, el suelo dejó de ser fértil, el agua no sirve para el uso diario, y el aire es irrespirable.
Otro usuario denunció en la página de Profepa que la incidencia de enfermedades como el cáncer en Zimapán es elevada, y todo es por la contaminación a la que los han expuesto. Indicó que es increíble cómo esto sucede a la vista de la cabecera municipal y nadie había hecho algo. Este testimonio resalta la percepción de una grave crisis de salud pública, derivada de la falta de medidas ambientales por parte de la empresa, ligada a la inacción de las autoridades.
La empresa Sago Import Export, S.A. de C.V. es propiedad de una sociedad conformada por el empresario Julio Sánchez y la exalcaldesa de Zimapán, Rosalía Gómez Martínez. Curiosamente, el nombre de la compañía se deriva de la combinación de las primeras sílabas de sus apellidos, lo que subraya la estrecha vinculación de sus fundadores. Esta conexión entre figuras empresariales y políticas locales ha generado particular atención en el caso de la mina.