El homicidio del empresario limonero Bernardo Bravo Manríquez, no solo afectó a la comunidad de citricultores, sino que tuvo también un impacto nacional. Al tratarse de una persona cuyo objetivo era defender los derechos y seguridad de los productores agrícolas de Michoacán, su asesinato generó que el propio Secretario de Seguridad llevara a cabo el anuncio de que se tomarán medidas para proteger a los productores.
El Secretario de Seguridad afirma que esta medida será un antes y un después para los citricultores de Michoacán
El asesinato de Bernardo Bravo, se produjo luego de un par de protestas en las que el limonero intentó conseguir un cambio real en la industria agrícola de la región, pidiendo mejores condiciones y beneficios para los productores. Sobre todo, la máxima petición fue la ayuda de las autoridades federales para suprimir a las organizaciones criminales que han tomado el control de la industria en Michoacán, a través del chantaje y la extorsión.
En ese sentido, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, a través de una publicación en sus redes sociales, que tuvo una elevada visibilidad en la plataforma X, aseguró que no se permitirá que el homicidio de Bravo quede impune. Asimismo, señaló que las causas que el citricultor defendió en vida serán respetadas y perseguidas por el gobierno de Michoacán y de México.
El Secretario de Seguridad también señaló que, en cumplimiento de las instrucciones de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, se reunió en Apatzingán, con el general Ricardo Trevilla, titular de la Secretaría de Defensa, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla y otras autoridades de la localidad. El objetivo de esta reunión fue atender a todas las inquietudes de los productores dedicados a la citricultura en esta región.
¿Qué se acordó sobre la industria limonera durante la reunión entre las autoridades en Apatzingán?
A pesar de exponer las preocupaciones de los productores agrícolas de la zona, en la reunión se buscó mejorar la colaboración entre los distintos niveles de gobierno que están involucrados en la lucha contra las organizaciones criminales de Michoacán. Otros temas, que se trataron en la reunión, además de la inseguridad, fueron la caída de los precios del limón, que ahora mismo está por debajo del mínimo necesario para cubrir los costos de producción.
En ese aspecto, entre los resultados más notables, se encuentra que las autoridades acordaron que se aumentará la intensidad de las operaciones de seguridad que se implementen en la región. Además, se llevarán a cabo investigaciones más estrictas en conjunto entre el Gabinete de Seguridad del Gobierno Federal, la Fiscalía de Michoacán y Secretaría de Seguridad Estatal.
De esta forma, el propio Secretario de Seguridad afirmó, que el principal objetivo de la reunión y de las próximas decisiones que se tomen, será el de proteger al sector productivo y garantizar la seguridad de todos los trabajadores del sector agrícola y citricultor de Michoacán. Esto, por cuanto reconoce que este sector se ha visto constantemente amedrentado a través de extorsiones y violencia para obedecer los deseos del crimen organizado.
Productores esperan obtener soluciones efectivas
Esta, es una respuesta directa a todo el sector productor de la industria citricultora, que desde antes del homicidio de Bernardo Bravo, había denunciado sin obtener una respuesta del gobierno. Durante mucho tiempo, los citricultores han insistido en que los grupos criminales que operan en la zona, les cobran derechos de piso sobre sus cultivos, lo que aumenta el coste de producción y les impide sentirse seguros en su trabajo.
Aparte de los cobros de piso, los productores de Michoacán también denunciaron que los grupos criminales se dedicaban a robar las cosechas, amenazar de muerte a los trabajadores, e incluso ejecutar secuestros. Esta situación generó que la producción disminuyera y los huertos tuvieran cierres continuos, dañando a la economía del estado, que ha sido uno de los principales productores de limón en México.

