La presidenta Claudia Sheinbaum recibió en la tarde del lunes a Brooke Rollins, encargada de la cartera de Agricultura estadounidense, con el objetivo de reactivar el comercio de ganado mexicano en un intento por superar la crisis por el gusano barrenador.
Buscando reabrir el mercado
En la soleada tarde del lunes, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, recibió en el Palacio Nacional a la secretaria de Agricultura de los Estados Unidos, Brooke Rollins, rodeada de un considerable operativo de seguridad.
La apoderada de la cartera de Agricultura estadounidense llegó a la sede del gobierno nacional pasadas las 14:30 horas. Junto a la presidenta, estuvieron presentes en la cita el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, y el subsecretario de la misma entidad, Leonel Cota.
El encuentro fue anticipado durante la conferencia matutina habitual de la mandataria, momento en el que informó que la reunión fue solicitada por la secretaria Rollins con el objetivo de llegar a un entendimiento que permita la reapertura de la frontera estadounidense al ganado mexicano, que lleva varios meses cerrado debido a la detección del gusano barrenador en algunos ejemplares bovinos.
La mandataria mexicana aclaró que delegaciones estadounidenses y funcionarios de la Secretaría de Agricultura de la nación llevan manteniendo conversaciones de índole técnico sobre la problemática, para así allanar el camino hacia la reactivación del comercio de carne hacia los Estados Unidos.
En su intervención matutina, Sheinbaum anticipó que mantendrá su postura a favor de la reapertura del paso fronterizo, y señaló que dicho cierre afecta no solo a los productores mexicanos, sino también a los importadores estadounidenses.
La mandataria se mostró optimista de poder alcanzar una solución basada en la cooperación bilateral y sostenida en base a las nuevas medidas sanitarias y de vigilancia aplicadas desde la detección del parásito.
La disputa central se dará entre los esfuerzos y las implementaciones llevadas a cabo por el gobierno mexicano y las exigencias de garantías necesarias para reactivar el intercambio ganadero traídas a la mesa por los Estados Unidos.
Mientras, el sector agrícola sufre
Los expertos vinculados al sector agrícola mexicano vaticinan una crisis en el sector nunca antes vista si el gobierno nacional no logra llegar a un acuerdo con los Estados Unidos para desactivar el cierre fronterizo al ganado.
Varias organizaciones de campesinos, trabajadores rurales y dueños de campos han llevado a cabo acciones de bloqueos y manifestaciones en regiones como Sinaloa y Guanajuato ante la falta de políticas públicas que reduzcan el impacto del aumento en los gastos y la caída del precio internacional de los granos.
Según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), los valores de producción han aumentado un 46% en el último lustro, mientras que los precios a nivel internacional sufrieron una sentida caída de más del 40% desde el 2022 a la actualidad.
En productos como el maíz blanco plantado y cosechado en Sinaloa, los valores por hectárea se incrementaron de 35 984 pesos en 2020 a 52 901 en 2025, deteriorando los márgenes de ganancia que se encontraban en 50 puntos porcentuales y cuya caída los dejó apenas en un 12%, explicó el director del GCMA, Juan Carlos Anaya.
¿Peligra el abastecimiento local?
Los números son preocupantes. En la actualidad, las importaciones de México equivalen casi a la mitad de su demanda alimentaria interna, llegando a producir apenas el 49% del maíz que consume, el 20% del trigo y el arroz, y apenas el 5% de las oleaginosas.
Los productores locales señalaron que la eliminación de mecanismos de comercialización como el Ingreso Objetivo y la Agricultura por Contrato han deteriorado la capacidad de los productores medianos que no se sienten respaldados por las políticas adoptadas en el sector por la administración Sheinbaum.
			
			