Desde el podio de la Mañanera del Pueblo la presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer la estrategia energética que definirá el rumbo de la segunda mitad de la década. La mandataria reveló que en el marco del Plan Nacional del Sector Eléctrico ha dispuesto la Comisión Federal de Electricidad (CFE) una serie de acciones consideradas prioridades para conectar la soberanía energética con el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia ambiental de México. El anuncio marca la importancia de modernizar la matriz de generación.
Un mix energético variado
El eje de la estrategia radica en el fortalecimiento de fuentes limpias de energía. La presidenta reafirmó que la CFE está ahondando en sus proyectos sobre energía solar y eólica, recursos en los que el país tiene un gran potencial. Sin embargo, la transición no abandona los combustibles fósiles de menor impacto: el gas natural no va a ser excluido y está en el corazón de este engranaje, como combustible de transición que garantiza la estabilidad de la red mientras éstas ganan espacio.
Este mix busca cumplir los compromisos ambientales del país, esto es, la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, pero sin sacrificar la seguridad de suministro, un equilibrio delicado que la administración ha elevado al nivel de prioridad en su agenda de desarrollo.
Cuatro nuevas plantas para la red
La noticia más destacada en lo referente a infraestructura dura fue la confirmación de la puesta en marcha de cuatro nuevas plantas de Ciclo Combinado (CC). Este tipo de centrales generan electricidad mediante tecnología de punta gracias a un ciclo que combina gas y vapor y son clave para el Plan Nacional del Sector Eléctrico.
El arranque de estas plantas va a permitir inyectar una buena cifra de megavatios a la red nacional, contribuyendo a generar más capacidad de generación de la CFE. Al ser más eficientes que las plantas termoeléctricas, consumen menos combustible y generan menor contaminación por cada unidad de energía que generan.
La titular de la CFE precisó que «nuestro objetivo es que recupere su capacidad de ordenar, regular y orientar el desarrollo del sector». Para tal fin, se contemplará una inversión estimada en 4,328 millones de dólares, la cual le permitirá adicionar cerca de 3,000 megawatts de potencia instalada al sistema. En efecto, la mandataria reconoció que las obras ya han arrancado con la primera central que se encuentra en Francisco Pérez Ríos Tula, en el estado de Hidalgo.
La estrategia de construcción se basa en la eficiencia logística y de costos: la mayor parte de estas nuevas unidades se localizan dentro de las instalaciones que ya tiene la CFE, lo que permite aprovechar terrenos disponibles, redes de transmisión, accesos a gas natural, etc.
Hacia un sistema fiable y eficiente
Más allá de los «hierros» y de la tecnología, la visión final del plan propuesto por Sheinbaum tiene como fin garantizar el derecho a la energía. La modernización de las infraestructuras plantea terminar con las intermitencias y asegurar que el suministro eléctrico pueda llegar a todos los rincones del país y en adecuadas condiciones. El impulso por un sistema más eficiente, sustentable y fiable se desprende de un camino plenamente social.
Con esta acción, Claudia Sheinbaum vuelve a poner a la CFE en el centro del desarrollo nacional. Lejos de detener la inversión pública, el Plan Nacional del Sector Eléctrico pisa el acelerador a a través de proyectos concretos. La posibilidad de generar nuevas centrales de ciclo combinado acompañadas de un impulso renovador a las energías verdes dibuja el perfil de un México que se atreve a modernizar su industria eléctrica, buscando la soberanía energética sin dar la espalda a la urgencia climática.
