Aunque falte un poco todavía, en las ciudades mexicanas que recibirán partidos del Mundial 2026 ya se preparan, pero entre conferencia, recorridos de obra y reportes de avance, la conversación pública gira en torno a dejar listo todo lo que se necesita para que la fiesta del fútbol se viva sin contratiempos. Esta semana, la presidenta Claudia Sheinbaum puso sobre la mesa una pieza clave como lo es el respaldo económico que dará la Federación.
Movilidad e infraestructura: el eje del apoyo federal
En un anuncio esperado por los gobernadores y la jefa de Gobierno de la capital, Sheinbaum confirmó que habrá recursos para acelerar infraestructura. Uno de los puntos más repetidos por autoridades locales es que la movilidad será determinante para recibir visitantes.
Por eso, la inversión federal se destinará principalmente a este rubro. En Ciudad de México, los recursos reforzarán líneas del Metro y proyectos de conexión con el Aeropuerto Internacional «Felipe Ángeles»; para Estados Unidos, lanzan el «FIFA Pass» como clave para facilitar las visas. La capital también avanza en la rehabilitación de barrios y colonias cercanas al Estadio Azteca.
En Jalisco, la línea 4 del transporte público y la ampliación de rutas hacia zonas clave están entre las prioridades, pero el estado reportó avances en la remodelación de 270 canchas, la renovación de la Plaza de la Liberación y la mejora de su aeropuerto, debido a que se espera que la afluencia supere los 3 000 000 de visitantes durante el torneo.
Por su parte, Nuevo León presume el monorriel más largo del continente con las líneas 4 y 6 del Metro, además de una amplia renovación urbana que conectará el aeropuerto con áreas estratégicas de Monterrey, pero el Parque Fundidora también se encuentra en fase de modernización para recibir actividades y transmisiones gratuitas.
Seguridad y preparación operativa para el Mundial 2026
La organización del Mundial implica no solo infraestructura, sino un gran operativo de seguridad; por eso, Nuevo León destacó que el estado quedó «blindado» gracias a una estrategia que incluye 10 helicópteros, nuevos destacamentos, división carretera y una Fuerza Civil reforzada.
Según su gobernador, los delitos disminuyeron 81% este año, que en la capital, Clara Brugada indicó que el evento se vivirá «con derechos y libertades plenos», con un despliegue de protección civil y vigilancia.
Lo cierto es que entre las acciones están la instalación de 30 000 cámaras y mejoras en Centros de Transferencia Modal. Jalisco también prepara operativos especiales que acompañarán el arribo de selecciones nacionales y el desarrollo de cuatro partidos de repechaje y clasificación.
Legado y obras que permanecerán más allá del torneo
Una constante en las intervenciones de los gobernadores fue el compromiso de evitar gastos superfluos; entonces todos coincidieron en que las obras quedarán como infraestructura permanente. En Nuevo León, por ejemplo, parte de los recursos se utilizará para apoyar la manufactura local de camiones.
La descentralización del evento incluye festivales culturales y transmisiones públicas en parques, plazas y espacios renovados. En la Ciudad de México, además de obras de movilidad, se prepara la rehabilitación de 500 canchas y la organización de 30 festivales futboleros gratuitos con pantallas gigantes.
Pues bien, el mensaje central llegó bien rápido y sin rodeos: el gobierno federal aportará entre 1 500 000 000 y 2 000 000 000 millones de pesos a cada una de las entidades sede, es decir, Ciudad de México, Nuevo León y Jalisco, en donde el gobierno anunció un incremento en la estrategia de seguridad de cara al torneo organizado por la FIFA. Una inversión que, según explicaron, se verá reflejada en transporte público, remodelaciones y espacios renovados para visitantes y habitantes; así la mandataria recordó que, más allá del torneo, también se trabaja en la rehabilitación de 4000 canchas en todo el país.
