Desde la Secretaría de Relaciones Exteriores enviaron una nota diplomática al secretario general del organismo internacional, mostrando un fuerte rechazo a algunas de las recomendaciones publicadas luego de la jornada de elección judicial en el país azteca.
Carta de rechazo
Desde el gobierno de la presidente Claudia Sheinbaum, a través de la secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), el ejecutivo nacional mexicano expresó su categórico rechazo al informe preliminar publicado el día de ayer por la Organización de Estados Americanos (OEA), en relación a la primera Elección Judicial, realizada en México el 1 de junio pasados.
A través de un comunicado, la SRE informó del envío de una nota diplomática al secretario general de la OEA, Luis Almagro, donde expresan su «firme rechazo» a algunas de las recomendaciones que realizó el organismo en su informe preliminar, sin dar detalles ni especificaciones.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) a través de la Misión Permanente de México ante la Organización de Estados Americanos (OEA) expresó, mediante una nota diplomática dirigida al secretario general de la Organización, su firme rechazo a algunas recomendaciones contenidas en el informe preliminar de los observadores enviados para la elección del Poder Judicial el pasado 1 de junio”, reza el comunicado.
Desde la SRE contra la OEA
Sin embargo, el punto principal de conflicto en relación al informe preliminar de la OEA, se encuentra en la afirmación que realizan desde el organismo internacional que busca desalentar al resto de los países de la región a tomar el ejemplo mexicano, recomendando no replicar el modelos de elección popular para jueces.
En el documento publicado por la SRE, el gobierno de Sheinbaum señaló que la Misión de Observación Electoral de la OEA tomó acciones contrarias a los principios de la Carta de Organización, entendiendo que dichas recomendaciones se realizaron incumpliendo el artículo 3, que dice: “todo Estado tiene derecho a elegir, sin injerencias externas, su sistema político, económico y social, y a organizarse en la forma que más le convenga”.
“Una Misión de Observación Electoral no cuenta con la facultad para tratar de imponer sus propios criterios sobre la forma en que los países, en uso de su soberanía, deben conformar su poder judicial. Menos aún, de emitir juicios de valor que rebasan sus atribuciones«. continúa el documento de la SRE.
“Como lo señala el propio informe, la organización del proceso electoral y la celebración de los comicios del 1 de junio, se apegó estrictamente a las normas constitucionales y leyes electorales vigentes en nuestro país”, puntualizaron desde el gobierno nacional.
Mientras el Ejecutivo Nacional le responde a la OEA, la CNTE llamó a un receso en el plan de lucha.
El informe de la OEA
El informe preliminar realizado por la Misión Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), definió la primera Elección del Poder Judicial Federal en México, como un proceso «complejo y polarizante».
El documento señala que las elecciones se desarrollaron en un ambiente tranquilo, destacando el esfuerzo del Instituto Nacional Electoral y de los funcionarios de casilla, quienes lograron superar retos logísticos, políticos y técnicos, que facilitaron la jornada electoral para los votantes.
La participación ciudadana tocó un piso histórico, al registrar apenas el 13%, encuadrado en un contexto de mucha polarización, reformas legales aceleradas y la imposición del debate sobre la independencia y politización del sistema judicial.
El informe remarca la condición única de la elección judicial mexicana, al no existir antecedentes a nivel global. Por lo tanto, desde la OEA instaron a las autoridades y ciudadanía de México, a evaluar si el modelo de votación popular fortalece la justicia o afecta a la imparcialidad e independencia del Poder Judicial.
La misión electoral concluye que con una recomendación para el resto de los países de la región, alentando a no replicar el modelo utilizado por el gobierno mexicano, y enfatizando en que «cualquier reforma en los procesos de elección de autoridades judiciales debe ser gradual, con debates inclusivos y basados en diagnósticos técnicos y profesionales que aseguren un enfoque eficaz y sostenible.»
La elección de los miembros del Poder Judicial dentro de un sistema democrático es, sorpresivamente, muy poco común a lo largo y ancho del planeta. Solo un puñado de democracias tienen contemplada la elección de parte de su aparato judicial, a través del sufragio popular.
Es esperable que, ante la presencia de un nuevo sistema (en este caso elecciones de todo el poder judicial de un país), la respuesta rápida sea desalentar la propagación, sin un análisis exhaustivo dentro del territorio que lo pensó por primera vez.
