El suministro de agua potable en los municipios veracruzanos de Poza Rica y Coatzintla ha sido suspendido por completo a causa de una fuga en un oleoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex). Este incidente ha provocado una grave contaminación del vital río Cazones, afectando directamente la principal fuente de abastecimiento de la región y generando alarma entre la población.
Pemex da respuesta inmediata para la contención de la fuga
La fuga, con origen en el estado de Puebla, ha provocado un extenso derrame de hidrocarburos. Esto obligó a las autoridades locales a cortar de inmediato el servicio de agua para prevenir que el líquido contaminado con químicos tóxicos llegara a los hogares y representara un grave riesgo para la salud pública, generando una emergencia sanitaria y un impacto ambiental considerable.
Personal de Pemex y de Protección Civil se han desplegado rápidamente en la zona afectada por la fuga para contener el derrame de crudo y evitar mayores incidentes de los ya ocasionados, mientras se llevan a cabo intensas labores de reparación y limpieza. El hidrocarburo, no solo se escurrió y expandió por el agua, sino que también se impregnó entre la hierba a orillas del río, causando un daño ecológico visible.
Barreras de contención desplegadas para detener derrame en el río Cazones
Este grave incidente ambiental se ha desatado en un momento de especial vulnerabilidad, ya que se mantiene un monitoreo constante del río debido al incremento significativo de su caudal provocado por las recientes y abundantes lluvias. Ante la alarmante aparición de manchas de aceite en el afluente, tras la fuga, las autoridades actuaron con celeridad: se procedió al cierre de las compuertas y se detuvo por completo el bombeo.
Esta medida de acción preventiva fue crucial para salvaguardar la infraestructura y, sobre todo, para evitar la contaminación del equipo en la toma de agua, minimizando así el riesgo de que el crudo llegue a los sistemas de distribución, por lo que se han instalado barreras oleofílicas especiales para contener y absorber el hidrocarburo derramado por la fuga en el oleoducto el viernes en la madrugada en el río Cazones.
En los límites de Poza Rica y Tihuatlán, a la altura del puente Cazones 1, se desplegaron barreras especiales fabricadas con material absorbente. Estas barreras tienen como objetivo frenar eficazmente el avance del hidrocarburo en el afluente, buscando así contener la expansión de la mancha aceitosa y mitigar el impacto ambiental en este ecosistema fluvial crucial, que es una fuente vital para la flora y fauna local.
La fuga podría afectar al Golfo de México
Protección Civil local reportó que estas medidas son cruciales para evitar que la mancha se extienda y llegue al Golfo de México. Además de la contención inmediata, se subraya la necesidad de llevar a cabo las acciones de saneamiento correspondientes para mitigar el daño ambiental. También se informó que se están evaluando los daños ambientales y el posible impacto en las comunidades que viven a orillas del río.
Vecinos y organizaciones ambientales han expresado su profunda preocupación por las afectaciones al entorno ecológico y a la salud pública, demandando una respuesta rápida y total transparencia en la gestión del incidente por parte de Petróleos Mexicanos. Por lo pronto, las autoridades ya tomaron medidas de corte de agua para prevenir que el líquido contaminado llegue a los hogares de los municipios de Poza Rica y Coatzintla.
A pesar de la magnitud de este percance ambiental, Pemex no ha divulgado la cantidad exacta de litros de crudo derramados, ni ha especificado el tiempo que permanecerá suspendido el vital suministro de agua. El servicio solo se restablecerá una vez que se complete la limpieza y el retiro total del hidrocarburo, lo que genera incertidumbre y preocupación entre la población afectada.