Desde que volvió Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, se endurecieron las medidas contra los inmigrantes indocumentados, lo que permite redadas masivas y detenciones en distintos sectores laborales.
En el marco de las operaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) varios sectores provocaron la inquietud en algunas industrias, sobre todo en aquellas que se ven afectadas porque dependen de mano de obra migrante como lo es la agricultura, construcción, hostelería y ocio.
Debido a los cuestionamientos, Trump se refirió al tema en Nueva Jersey, en un encuentro que se dio de manera informal con la prensa, allí aseguró que no busca dañar a quienes lograron contribuir durante años al trabajo agrícola del país.
El presidente sugiere que el gobierno debe ser más selectivo
En ese sentido, el presidente apuntó que las acciones del Gobierno tenían más que ver con expulsar a quienes representen un peligro. “Tenemos que sacar a los criminales de nuestro país”, declaró, al tiempo que propuso una fórmula para que los agricultores puedan asumir la responsabilidad por los trabajadores que contraten.
Asimismo, Trump dejó en claro que no pretende comprometer la estabilidad del sector agrícola uno de los más dependientes de la mano de obra extranjera, por eso fue capaz de reconocer la complejidad de aplicar estas medidas estrictas en granjas donde hay empleados que llevan décadas trabajando.
Por otro lado, aunque reafirmó su política migratoria, se debió obligar a modificar su discurso al señalar que su intención no es poner en riesgo la continuidad de las explotaciones agrícolas ni castigar a quienes no cometieron delitos.
La ejecución de estas medidas, generan cierto temor
Si bien la intención de las declaraciones de Trump son calmar los temores en sectores rurales y empresariales, esto sucede porque ya se denunciaron pérdidas de productividad ante la salida repentina de trabajadores.
Ante esto, los empleados optaron por esconderse o dejar de asistir a sus empleos por miedo a ser detenidos. A pesar de los dichos del mandatario, su administración reanudó las redadas en hoteles, restaurantes y granjas, luego de una breve pausa que duró apenas cuatro días. El mensaje contiene una alta contradicción presidencial y las acciones del ICE despertaron confusión en la opinión pública.
Por ese motivo, hubo analistas que advierten que la estrategia comunicacional de Trump podría estar orientada a preservar el apoyo del voto rural sin modificar las medidas en curso. Sin embargo, es necesario recordar que el respaldo al sector agrícola es históricamente clave para el Partido Republicano, pese a que muchos se mostraron conformes con el hecho de controlar inmigración, también advirtieron sobre los peligros de esta medida.
Los sectores que sufrieron una merma en su fuerza laboral
A partir del mes de enero, las redadas del ICE impactaron en industrias donde los migrantes son importantes, por eso la agricultura es uno de los rubros más vulnerables, dado que muchas granjas dependen casi de jornaleros extranjeros, varios de ellos en situación irregular.
En el caso de los sectores de la hostelería y el ocio, sufrieron una merma laboral como también en restaurantes y centros turísticos porque informan ciertas dificultades a la hora de mantener operaciones ante la disminución de personal.
El miedo a ser deportado llevó a muchos trabajadores a abandonar sus rutinas diarias, así fue como Trump reconoció estos efectos colaterales, pero calificó a su política como “muy agresiva” y anticipó que puede haber cambios, pero no brindó detalles concretos. En ese sentido, el anuncio fue interpretado como un intento por reequilibrar la presión entre el cumplimiento de la ley y las necesidades económicas que tiene en este momento Estados Unidos.
