Hay una línea entre la distinción de un coche de carreras y uno para la ciudad, pero esta marca decidió crear uno que revolucionó el mundo por su aspecto y funciones. Y cuando decimos “uno” es literal, pues solo hicieron un coche auténtico para rendir homenaje.
Un coche con aspecto del pasado que desafía las reglas de tránsito
Parece una auténtica locura pensar en un coche que se vea como de carreras pero con características del pasado, que sea deportivo y rápido, pero pueda manejarse en ciudad, y al mismo tiempo que solo se cree uno de ellos en todo el mundo.
No es para una película, ni nada por el estilo, pero sí se hizo para ser un homenaje. Tomaron un coche de carreras para convertirlo en una pieza auténtica y única, que evoca los tiempos antiguos para generar nostalgia entre los fanáticos de la velocidad.
Hablamos de Porsche con su creación del coche Porsche 963 RSP, que hace un tributo al famoso Porsche 917, para celebrar su 50 aniversario. La idea era que las personas pudieran verlo en las calles, fuera del circuito de carreras, en una carretera cercana a Le Mans, evocando la aparición del 917.
¿Cómo hacerlo? Tuvieron que crear un coche único, lo más parecido posible al de carreras, que pudiera obtener un permiso especial para circular por la vía pública de forma extremadamente limitada. Y así es como nació esta bestia de carreras que desafía todas las leyes de tránsito.
Así fue como adaptaron las carreras a las normas de la ciudad para este Porsche 963 RSP
A pesar de su atractivo visual, Porsche en colaboración con Penske, preparó un nuevo chasis para el 963 RSP, sin reutilizar la carrocería de competición. No es que los coches de carreras no sean obras de arte, pero sus paneles de fibra de carbono tienen un acabado rugoso (similar al nuevo Porsche Taycan superveloz).
En el RSP, los artesanos de Porsche lijaron la carrocería y la pintaron en el mismo tono Plata Martini que el 917 del Conde Rossi. El interior fue revestido en el mismo tono beige que el 917. También cuenta con detalles como el cuero en las empuñaduras del volante e incluso un portavasos extraíble.
El reglamento de competición exige grandes aberturas sobre los guardabarros para evitar que el coche se levante. En el RSP, Porsche creó piezas que cierran estas aberturas, pero permiten la ventilación. El equipo también tuvo que adaptar los soportes para las matrículas delantera y trasera.
A pesar de estas mejoras de usabilidad, el RSP es esencialmente un 963 de carreras. Incorpora un motor V8 biturbo de 4,6 litros combinado con el sistema híbrido estándar de su categoría, compuesto por un motor eléctrico y electrónica de Bosch, y caja de cambios de siete velocidades.
Porsche ha obtenido permiso de las autoridades francesas para conducir el coche en Le Mans. Las matrículas utilizadas son las reservadas para los fabricantes que prueban prototipos, y el piloto Timo Bernhard, ahora embajador de Porsche, condujo el 963 RSP junto al 917 de Rossi.
Un hipercoche exclusivo y único, ¿Quién se lo quedará?
La idea de este coche surgió de una conversación entre ejecutivos de Porsche y Penske, buscando replicar el espíritu del 917 con tecnología actual. El nombre RSP honra a Roger Penske, quien será el propietario de esta unidad exclusiva.
El 963 RSP no está destinado a la venta, sino que es una obra de arte que celebra la historia y la pasión de Porsche por la innovación y el diseño. Tras su debut, será exhibido en museos y eventos automotores. Se exhibirá en Le Mans y luego irá al Museo Porsche.
Por ahora, Porsche no tiene planes de fabricar otra bestia de carreras como el 963, aunque tienes esta otra máquina que nació para las carreras, ya en México. Pero eso no significa que no vaya a suceder en el futuro cercano. De momento, podremos apreciar esta obra de arte automotor en los eventos que se llevará próximamente.
