¿Te imaginas un coche eléctrico fácil de reparar? Esta tecnología tiende a ser más cara en reparaciones que un auto de combustión interna, pero eso dejará de ser así. Con un nuevo sistema que te permite cambiar las piezas de forma sencilla y sin problemas. Quizás no sepas mucho de mecánica, pero con este coche, toda será diferente y podrás hacer el mantenimiento tú mismo.
Este coche eléctrico perfecto, podría cambiar tu vida y la del mundo entero
Los coches eléctricos se han vuelto la sensación y popularidad del momento. No contaminan, son potentes y dan una buena imagen ecológica. Sin embargo, repararlos no es sencillo. Como sus sistemas son muy diferentes a los coches de gasolina, debes llevarlos a talleres especializados.
Normalmente, sus componentes son sellados y las baterías se integran en el chasis, lo que hace imposible que tú mismo puedas repararlos. Pero, si van a ser la tendencia automotriz, necesitamos alternativas para su mantenimiento, que sean más simples, y no generen desechos de componentes.
Estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, junto con jóvenes de Fontys y Summa en los Países Bajos, han encontrado la solución. Crearon un coche eléctrico perfecto llamado ARIA, es modular, reparable y hecho para durar, con el fin de que la sustentabilidad vaya de la mano.
Todo lo puedes reparar por tu cuenta de forma fácil, así es como funciona
El enfoque de ARIA es bastante simple, pero puede transformar toda la industria automotriz. En coches tradicionales, estos son los pasos que necesitas para cambiar la batería, pero ¿en uno eléctrico? Ahí se complica todo, por sus sistemas modernos y sellados.
Aunque, ¿si existiera la posibilidad de solo sacar esa batería y cambiar en segundos? Precisamente eso ofrece ARIA, un coche que sus componentes pueden desmontarse sin necesidad de herramientas o conocimientos avanzados. Como es modular, todo se encuentra de forma independiente.
Además, te entregan manuales, un kit básico de herramientas con el coche, y una app que te informa el estado de cada pieza, para que sepas cuándo debes reemplazarlas. Si alguna falla, solo debes abrir la sección correspondiente y sustituir el módulo, sin crear residuos ni gastos extra.
Su batería no es sellado como en la mayoría de los eléctricos, con ARIA tienes seis módulos que se pueden reemplazar con tus propias manos. Solo se cambia el que falla, no tendrás que cambiar toda una batería completa que genera más desperdicios, sino una pequeña parte.
En cuanto a autonomía y potencia, tienes unos 12,96 kWh de capacidad, ideal para moverte por la ciudad. Y si chocas y se hace una abolladura, no te preocupes por ir al taller. Puedes cambiar el panel dañado y reemplazarlo por uno nuevo, haciendo más eficiente el mantenimiento.
¿Será el futuro del transporte? Una solución para un modelo sustentable
Con este coche del futuro, vemos que gran parte de las limitaciones para adoptar la energía eléctrica en la movilidad, no es la tecnología, sino el diseño. Este sistema permite que puedas reparar tú mismo el auto, sin tener que gastar una fortuna en talleres.
Además, se evita el desperdicio de baterías y demás componentes que no se degradan, por lo que evitan que el sistema eléctrico sea sustentable para el largo plazo. No es una solución definitiva para el transporte sostenible, pero sí es un primer paso hacia esa puerta de modelos que duren más años, sin generar tanta basura.
Con modelos como estos coches impulsados por el viento en Europa, que abordan el tema de la recarga, y este nuevo sistema modular que evita el desperdicio, estamos ante una revolución del transporte. Aunque es un prototipo, tiene mucho potencial para transformar el uso y reparación de los autos.
Así que, este coche eléctrico considerado perfecto, que puedes reparar tú mismo, será el primer paso hacia una historia sustentable. Una, donde obtienes más accesibilidad, y no es necesario contaminar de componentes que tienen a ser desechables y de poco uso. Tú mismo podrás hacer las reparaciones, o en talleres locales, sin necesidad de gastar todos los ahorros en especialistas.
