Muchas veces confiamos en lo que nos dicen, especialmente cuando se trata de cuidar nuestro planeta, pero lamentablemente hemos estado viviendo un gran engaño, pues desde años, un tipo de vehículo se vende prometiendo no contaminar, pero en realidad, estamos desperdiciando nuestro dinero en una tecnología que no es para nada ecológica. Veamos de qué se trata.
Un engaño en la industria automotriz
Desde hace años, un tipo de vehículo se ha vendido como el campeón de la ecología. Prometían que contaminaban poquísimo y consumían casi nada, con cifras oficiales tan bajas como 1 litro de gasolina cada 100 kilómetros.
Hablamos de los SUV híbridos enchufables (PHEV), que te dan una etiqueta ecológica a cambio de que tú seas responsable y cargues la batería todos los días, sin embargo, detrás de esas cifras oficiales tan atractivas, se esconde una realidad que un nuevo estudio de impacto acaba de exponer.
Un informe reciente ha tomado los datos reales de consumo de 127 000 coches PHEV y ha revelado la verdad. Lo que ha encontrado es tan grave que la Unión Europea ya está tomando medidas drásticas para castigar a los fabricantes y obligarlos a ser honestos.
La verdad sobre los coches híbridos
No solo debemos tener cuidado con las nuevas estafas, también con todo lo que creemos, pues ahora se ha descubierto el gran engaño sobre los coches eléctricos. La mentira sobre estos coches se basaba en la idea de que los conductores recargarían sus coches constantemente.
Pero la vida real es diferente, pues la gente no siempre carga la batería o simplemente no tiene dónde hacerlo. El resultado es que estos vehículos terminan usando el motor de gasolina mucho más de lo esperado, convirtiéndose en coches pesados que contaminan mucho más.
El organismo de análisis Transport & Environment (T&E) asegura que los híbridos enchufables contaminan, en promedio, cinco veces más de lo que dicen en las pruebas de laboratorio. La cifra oficial promedio es de 28 gramos de CO2 por kilómetro, pero la realidad es que llegan a emitir 139 g/km de CO2.
Sucede que los conductores terminan llevando «dos autos en uno»: un motor de gasolina y una batería muerta. Cuando la batería está vacía, el motor de gasolina tiene que mover el coche, que es muy pesado por llevar esa batería, lo que dispara el consumo y, por ende, la contaminación.
Europa se pone firme
Para solucionar este gran problema, Europa ha tenido que cambiar las reglas del juego y modificar por completo la manera en que se hacen las pruebas de los vehículos. Ahora, la distancia de prueba que se simula es mucho más larga: pasó de solo 800 km a 2200 km.
Este cambio es clave porque incluye mucho más tiempo conduciendo con la batería descargada, que es la forma en que la mayoría de los usuarios utilizan estos autos en la vida real. Además, las pruebas ahora se hacen bajo temperaturas más duras.
Los autos se prueban con un calor de hasta 35°C, lo que estresa más a la batería y, como consecuencia, hace que el motor de gasolina tenga que trabajar más y el consumo suba. Estos cambios son solo el primer paso.
Para 2027, la distancia de prueba se ampliará aún más, llegando a los 4260 km. Con este cambio, los SUV que hoy dicen emitir 15 g/km de CO2 (con un consumo de 0.7 L/100 km) pasarán a homologar 96 g/km de CO2 con las nuevas reglas, y hasta 122 g/km con las normas de 2027.
El estudio de los híbridos enchufables revela que el «mayor engaño de la historia moderna» fue una combinación de un ciclo de prueba poco realista y un mal uso por parte del consumidor. Lamentablemente las consecuencias fueron una gran pérdida de dinero para los compradores y más contaminación para nuestro planeta. Pero con las nuevas normas de la UE se espera que este engaño al fin termine y podamos usar tecnologías que realmente sean verdes, como las motos impulsadas por agua.
