La movilidad del futuro no necesitará de gasolina o baterías, al menos así lo plantea Corea, y tienen un plan en marcha para lograrlo. Esta tecnología puede ser la transformación que tanto se espera, con el objetivo de obtener coches con potencia, rendimiento y eficiencia. Tanto como los motores a combustión interna, pero sin necesidad de contaminar el ambiente.
En el futuro de los combustibles no cabe la gasolina ni baterías
Desde que llegó el tema de la transición en movilidad, el principal actor ha sido la electricidad. Las marcas suponen que es la más económica, viable y con mayor facilidad para su adopción masiva. Sin embargo, no es la única fuente de combustible que tenemos en la actualidad.
Lo que sí es seguro, es que, en el futuro, no hay lugar para la gasolina. Los combustibles fósiles quedarán en el pasado para darle paso a las nuevas tecnologías. Puede que los eléctricos y las baterías sigan presentes, pero tendrán un fuerte competidor que se perfila como el combustible del futuro.
Y hay una popular marca de coches de Corea, que quiere impulsar este combustible: el hidrógeno. Se trata de Hyundai, que decidió apostar por la producción en masa de pilas de combustible de hidrógeno. Una promesa de movilidad limpia, pero también con muchos retos que superar.
El hidrógeno puede convertirse en la gasolina del futuro
No es una idea nueva, usar hidrógeno como combustible. De hecho, llevan décadas en este dilema sobre cuál es mejor, si el hidrógeno o los eléctricos. El tema es que, su adopción ha sido más lenta, y aunque ya hay supercoches de carrera que pueden superar a cualquiera, sigue siendo algo nuevo.
Sin embargo, Hyundai no se da por vencido. Han creado una planta para producir pilas de combustible de hidrógeno en Usal, Corea del Sur. Este lugar es capaz de fabricar hasta 30 mil pilas al año, para que la adopción del hidrógeno sea un hecho real.
Todavía no está en funcionamiento, pero se espera que en 2027 comience con su operación e impulsar a este combustible del futuro. El objetivo no es solo crear pilas, quieren fabricar todo un sistema para que esta energía sea usada por todo el mundo.
Aunque puede sonar a una competencia, en realidad, un coche con hidrógeno es un eléctrico. La diferencia es que no funciona con batería, sino con una pila de combustible que usa el hidrógeno con oxígeno del aire para impulsar al auto. Pero se evita el problema de estaciones de carga y tiempo de recarga.
A pesar de los obstáculos, Hyundai tiene la fe puesta en el hidrógeno
¿Por qué el hidrógeno no se ha disparado en su uso? A pesar de sus ventajas, tiene retos por superar. Su principal problema es el almacenamiento y transporte del hidrógeno, por eso no se ha extendido por todo el mundo como se quisiera.
Además, producir hidrógeno verde con energías limpias es costoso. Requiere de una infraestructura compleja, que puede ser muy costoso como inversión inicial. Aunque, en Japón están usando cartuchos de hidrógeno portátiles que facilitaría su uso por todas partes del mundo.
Pero a pesar de todo ello, Hyundai sigue apostando por el hidrógeno y lo ve como una inversión a largo plazo, pues para ellos, es el combustible del futuro. No solo serviría para los coches particulares, es una buena solución para la carga pesada y maquinaria industrial.
No es un camino fácil o rápido, pero el futuro puede estar marcado por el hidrógeno, y dejar por fuera a la gasolina y baterías. Una tecnología que, si bien, tiene sus dificultades, ofrece mayores ventajas a largo plazo. Poco a poco puede tomar más fuerza, y tendremos centros de repostaje, tal como las gasolineras. Una apuesta por el cambio en la industria automotriz.
