Uno de los mayores peligros al momento de conducir un coche, es que sus llantas estén en mal estado y considerando que la seguridad de los conductores y peatones siempre debe ser prioridad, México ha decidido cambiar sus reglas para acabar con todas las llantas en mal estado y prevenir los accidentes. Veamos de qué se trata.
La importancia de las llantas
La seguridad de los ciudadanos es una prioridad y la regulación de los productos que entran a su territorio es una forma de garantizarla, pero muchas veces no se le da la importancia necesaria, de hecho, por años un problema silencioso ha estado poniendo en peligro a los mexicanos.
Se trata de la entrada de neumáticos de baja calidad que ponían en riesgo la vida de miles de personas, pues la importación de ciertos productos, se convirtió en una puerta de entrada para artículos que ya habían superado su vida útil.
La situación ha terminado afectando directamente al mercado interno, generando una competencia desleal para los productores nacionales que sí cumplen con las normas y por supuesto poniendo en peligro a todos los consumidores.
Pero ahora México decidió tomar cartas en el asunto y con la firma de un decreto histórico, la Presidenta Claudia Sheinbaum y el Secretario de Economía Marcelo Ebrard le han puesto un freno definitivo a la importación de neumáticos usados, también conocidos como ‘gallitos’.
Adiós a los neumáticos usados
Luego de poner fin a los baches, México dice adiós a los neumáticos usados, así que estos productos ya no podrán ingresar al país como importación temporal, marcando un antes y un después en la seguridad de las carreteras mexicanas.
Los gallitos son un gran peligro para la seguridad en las carreteras, ya que en muchas ocasiones, estas llantas habían sido rechazadas en otros países debido a defectos, un desgaste excesivo o porque han alcanzado su vida útil, por lo que al ser traídas al país, se transforman en una verdadera trampa mortal.
Un neumático en malas condiciones puede perder tracción en asfalto mojado o, en el peor de los casos, explotar a gran velocidad, causando accidentes graves que ponen en peligro no solo a los ocupantes del vehículo, sino también a otros conductores y peatones.
¡Y eso no es todo! Pues más allá del riesgo en las carreteras, importar gallitos generaba un doble daño pues por un lado creaba una competencia desleal contra el sector formal de la industria hulera en México y por otro lado, el impacto ambiental era devastador.
Las llantas usadas son un desecho difícil de manejar y al no tener un destino final adecuado, miles de ellas terminaban en tiraderos clandestinos, contaminando el suelo y el agua, o eran quemadas al aire libre, liberando gases tóxicos y partículas que ponían en riesgo la salud pública.
El decreto que cambia el juego
Con la llegada de un nuevo decreto, las reglas de juego cambiarán para siempre, pues prohíbe la importación temporal de estos productos, lo que en la práctica cierra la puerta al vacío legal que permitía su entrada.
Por supuesto que esta nueva norma, no busca aumentar el costo de las llantas, sino garantizar que las alternativas en el mercado cumplan con los estándares básicos de calidad y seguridad, sin embargo, como es habitual con cualquier nueva regulación, no todos están de acuerdo.
Algunos importadores expresaron su descontento, pues consideran que la restricción podría aumentar los precio de llantas y afectar a algunos trabajadores, pero la verdad es que el mercado de los «gallitos» jamás fue una solución segura o sostenible.
Desde ahora, los productos que entren a México deberán cumplir con las más altas exigencias, así el mercado ya no será un basurero donde se reciben los desechos de otros países, sino que se recibirán productos de la mejor calidad y sobre todo, que garanticen la seguridad de los conductores y peatones, pues la seguridad siempre debe ser prioridad y otra prueba de ello es la alerta que lanzó Profeco para evitar cualquier accidente.