A todos nos encanta llevar a nuestro mejor amigo peludo en los paseos y no podemos negar que cuando asoma la cabeza por el coche se ve adorable, sin embargo, lo que parece un momento tierno es en realidad un riesgo muy grande. La verdad es que llevar a tu perro en CDMX es algo que puedes hacer, sin embargo, no podemos olvidar que hay muchas reglas que seguir, pues de lo contrario te arriesgas a grandes peligros y costosas multas, pero ¿Cuáles son esas reglas? Acá te contamos todo.
La realidad de llevar a tu perro en el auto
Para muchas personas, un viaje sin su perro, no está completo, pues su mascota es parte de la familia, sin embargo, no podemos olvidar los peligros que esto puede causar, pues una mascota suelta puede ser una distracción fatal. Imagina que tu perro salta hacia el volante, empuja la palanca de velocidades o te bloquea la vista justo cuando necesitas frenar de golpe: el riesgo de accidente se dispara inmediatamente.
Lo peor es que el peligro no es solo para ti; es principalmente para el animal. Si tu perro viaja suelto en el asiento delantero o en tu regazo, las bolsas de aire frontales están diseñadas para proteger a un humano, pero en un impacto fuerte pueden lastimar gravemente e incluso matar a una mascota sin restricción. Por eso, la Ciudad de México (CDMX) tiene reglas muy específicas para viajar con mascotas de forma segura.
Lo más importante de la norma es que tu perro no puede estar suelto ni moverse libremente dentro de la cabina. Un perro que brinca puede bloquear los espejos, interferir con los pedales o escapar por una ventana abierta, transformando un paseo relajado en una situación de riesgo que puede terminar en un choque. La ley no busca prohibir el paseo, sino asegurar que tanto tú como tu compañero de cuatro patas lleguen sanos y salvos a casa.
¡Ojo! La multa por llevar a tu mascota sin las medidas de seguridad adecuadas puede ir de 1130 hasta 2262 pesos, ya que la sanción se mide entre diez y veinte veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA). El origen de estas sanciones se encuentra en el Artículo 38 del Reglamento de Tránsito, que prohíbe específicamente sostener, cargar o colocar animales entre tus brazos o piernas mientras estás al volante.
Ahórrate todas las multas en CDMX
Así como los motociclistas se arriesgan a multas si no siguen las reglas, llevar a tu perro en el auto también puede causarte problemas, pero la buena noticia es que evitar la multa es muy sencillo: solo tienes que tratar a tu perro como un pasajero vulnerable. La clave es el control y el asiento trasero, que es el lugar más seguro para tu mascota, pues así se reduce tu distracción y, como dijimos, las bolsas de aire frontales dejan de ser una amenaza.
Si tu perro es pequeño o mediano, la mejor opción es usar una transportadora o jaula de tamaño adecuado. ¡Ojo! No basta con ponerla en el asiento, debes asegurarte de que vaya bien sujeta con el cinturón de seguridad. De esta forma, el animal se mantiene en un punto fijo y la caja no se convierte en un proyectil en caso de una frenada repentina, disminuyendo la posibilidad de que sufra golpes dentro del coche.
Para los perros más grandes que no caben en una jaula, el arnés especial que se conecta al cinturón de seguridad es tu mejor aliado. Este sistema limita los movimientos bruscos y evita que el perro invada tu espacio de manejo. Así, tu mascota tendrá suficiente libertad para acostarse o sentarse de forma cómoda en la parte trasera, sin alcanzar la zona de los pedales, el volante o las palancas.
Cuida tus bolsillos
Como te contamos, la sanción económica es un golpe fuerte al bolsillo, pues la multa puede ser de más de dos mil pesos. Pero el castigo no termina ahí: a la sanción económica se le suma un castigo directo a tu historial de manejo. La autoridad te puede restar tres puntos a tu licencia de conducir y un punto a la matrícula del vehículo.
Esto significa que un simple paseo descuidado puede complicar seriamente tu historial y dejarte sin puntos disponibles. El mensaje del reglamento es completamente claro. Viajes con perro sí, pero con total control y seguridad. Antes de encender el motor, tómate un momento para revisar si tu compañero de cuatro patas viaja de forma segura y debidamente sujeto.
Sabemos que viajar con tu perro es una alegría, pero también es una gran responsabilidad. El Reglamento de Tránsito de la CDMX no busca molestarte; busca que todos lleguen bien a su destino. Recuerda: invertir en un buen arnés o transportadora no es un gasto, es una medida de seguridad que te ahorra miles de pesos en multas y, lo más importante, protege la vida de tu mascota. Si cumples con las reglas el paseo será tranquilo para ti, para tu perro y para tus bolsillos, sobre todo ahora que han llegado nuevos autos a México.