México ha pasado por conflictos en su mercado, pero el panorama está mejorando, lo que significa que muy pronto volverá a ser una potencia. Los cambios favorables llegarán de poco en poco, pero es una excelente señal para el desarrollo y crecimiento del país. Si pensabas que el 2025 fue un año negativo, puede que 2026 cambie tu perspectiva.
Del presente turbio a un futuro prometedor en México
Hay un bache en el mercado mexicano que supone un serio conflicto para el país y su desarrollo. Desde que comenzaron las tensiones políticas, la industria nacional e incluso internacional, viene en declive, todo debido a la incertidumbre.
El mercado automotor en el país, ha sido un pilar desde hace muchas décadas. La ubicación de México, cercano a Estados Unidos y el resto de Latinoamérica, unidos a la mano de obra más económica y calificada, hizo que el país se convirtiera en uno de los más buscados por las marcas para producir.
Pero, con la llegada de Trump al poder, comenzaron las tensiones y desacuerdos políticos, aranceles e incertidumbre que hizo que muchas marcas dieran un paso atrás. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, en 2027 comenzará a consolidarse nuevamente como potencia de la industria automotriz.
¿Qué cambios se vienen en México para mejorar la industria automotriz?
Hay algunos puntos claves, lo primero es que en 2026, se revisará el T-MEC y esto es una gran oportunidad para el país. Si se llega a acuerdos favorecedores, la confianza de nuevos inversores aumentará, lo que permitirá hacerle la competencia a Europa y Asia.
Esto será indispensable, especialmente ahora que China ocupa el mayor poder de producción del todo el mundo, y para frenarla deben unir fuerzas en América. Por ahora, México sigue siendo socio del mercado estadounidense, solo queda eliminar barreras y definir reglas que beneficien a todos.
De momento, la norma de componentes estadounidenses, de 75 %, siguen afectando las ensambladoras. Habrá que esperar a ver si se llegan a mejores condiciones. Además, México debe invertir en producción propia, desarrollo e infraestructura para no quedarse atrás.
Si bien, a pesar de los aranceles de Estados Unidos e incertidumbre del mercado, México todavía tiene una sólida posición estratégica. Una vez se revise el T-MEC, a partir del 2027 el desarrollo de la producción y componentes mexicanos, pueden dar un repunte a la economía.
Esto significa que más fuentes de empleo locales se desarrollarán, mayor tecnología, capacitaciones, lo que hace crecer a modo local y regional la economía. Además, implica opciones para los compradores como financiamientos y medidas que se adapten al mercado actual.
Falta superar algunos retos para consolidar su posición en el mercado
Sin embargo, no todo está exento de problemas. Aunque el mercado automotor, tenga todo lo necesario para desarrollarse e ir mejorando en unos años, hay conflictos internos y externos que pueden retrasar este proceso de consolidación.
Uno de ellos, es el retraso y burocracia de las aduanas, puertos y aeropuertos. Si se hace más complicado transportar mercancía, menos inversores estarán interesados en el país. Por lo tanto, deben tomar medidas para agilizar los procesos y brindar seguridad.
A su vez, la producción de componentes debe ser el mayor incentivo, que sean creados en México y exportados hacia otros países. En cuanto a la compra final, los usuarios deben contar con la posibilidad de financiamientos de calidad y que les dé beneficios, como esta idea de Renault para hacerte ahorrar dinero.
Por lo tanto, aunque el presente sea turbio, el futuro se ve prometedor en la industria automotriz de México. Puede que los próximos años sean de adaptación y mejoramiento, pero veremos los frutos muy pronto. Lo que se conocía como un líder automotriz y logístico de Norteamérica, volverá a brillar con más fuerza para competir contra otros gigantes.