Con el paso de los años, algunos tramos de la carretera de México se volvieron peligrosos para el transporte de carga. Pero esta vez, la respuesta del gobierno fue distinta porque indicó con el plan «Cero Robos» marcar presencia militar, puntos de control y tecnología de punta en una sola autopista pero lo que sucedió en Puebla podría marcar un antes y un después en la seguridad vial.
Puebla–Orizaba: un corredor bajo protección total
En esta oportunidad, la madrugada del 26 de julio, el gobierno de Puebla activó un operativo con cientos de efectivos sobre el tramo que une a Puebla con Orizaba pero esta acción se enmarca dentro del plan nacional llamado “Cero Robos”, respaldado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Cabe mencionar que, este operativo responde a la creciente necesidad de proteger el tránsito de carga comercial, especialmente en zonas históricamente vulnerables al asalto. En ese sentido, participaron elementos de la Policía Estatal, el Ejército, la Guardia Nacional y la Fiscalía General del Estado.
En este aspecto, su misión fue establecer controles preventivos para disuadir delitos, garantizar seguridad en las rutas y preservar el bienestar de los usuarios, entonces la magnitud de este despliegue no tiene precedentes en una vía terrestre mexicana.
La intención de mejorar la seguridad y el control permanente
En esta oportunidad, un punto que es de los más destacados del operativo fue la implementación de puntos de revisión fijos y móviles, esto ocurre en la intersección entre la carretera Xalapa–Puebla y el camino a San Cristóbal Los Navas, se instaló una torre de vigilancia conectada al sistema estatal C5i.
Esa torre, equipada con cámaras de alta resolución, permite un monitoreo constante y en tiempo real, lo cual facilita actuar con rapidez ante cualquier anomalía detectada. Además, sobre la Autopista 150D, del kilómetro 150 al 217, se realizan patrullajes preventivos en ambos sentidos.
Lo tecnológico no reemplaza al factor humano, sino que lo potencia pero esa combinación entre inteligencia artificial y vigilancia tradicional ha hecho de esta autopista un punto de referencia en términos de seguridad operativa.
Los resultados estarían a la vista por la coordinación de Cero Robos
Este despliegue fue posible gracias a la coordinación entre los tres niveles de gobierno. El gobierno pudo realizar este despliegue gracias a la coordinación entre los tres niveles que hubo, por eso el gobernador Alejandro Armenta respaldo de manera tajante la iniciativa, como parte de una estrategia integral que busca devolver la seguridad a las carreteras de Puebla.
En este tramo específico, se ve afectado por robos a transportistas, la presencia visible de fuerzas del orden funcionó como elemento disuasorio. Ante esto, la implementación de puntos de inspección, junto con tecnología de videovigilancia, muestra que ya no se actúa solo tras un delito, sino que se busca evitar que ocurra.
Hay que tener en cuenta que el despliegue simultáneo de unidades militares, policías estatales, investigadores y equipos técnicos convirtió esta autopista en un modelo de vigilancia activa que podría replicarse en otras regiones del país. Más allá de la vigilancia, las instituciones están decididas a recuperar el control de las rutas que fueron abandonadas durante mucho tiempo pero este tipo de operativos busca prevenir.
Ante esto, lo ocurrido en la autopista Puebla–Orizaba representa un cambio de rumbo pero ya no se espera a que ocurra un delito para actuar; ahora se anticipan los riesgos y se responde con fuerza coordinada. Además del patrullaje terrestre, se integró un sistema de vigilancia aérea y una torre de videovigilancia conectada al C5i que permite monitoreo en tiempo real en la intersección de la carretera Xalapa–Puebla con el camino a San Cristóbal Los Navas, un punto crítico de acceso.