Entre enero y octubre de 2025, al menos 34 220 hondureños regresaron a su país tras ser deportados, según informó el Instituto Nacional de Migración (INM), teniendo en cuenta que la cifra marca un aumento del 22,4% respecto al mismo período del año pasado. Sin embargo, la mayoría de los retornos, más del 78%, provino de Estados Unidos, lo que demuestra el endurecimiento de la política migratoria impulsada por la administración de Donald Trump.
Estados Unidos encabeza el número de deportados
Si bien Honduras convivió por décadas con la migración masiva, los últimos meses evidencian un repunte muy grande debido a que miles de ciudadanos siguen dejando su tierra por la violencia, la falta de empleo y las pocas oportunidades económicas.
De los 34 220 hondureños retornados, 26 711 fueron enviados desde Estados Unidos, lo que equivale al 78,1% del total. Según el INM, estas deportaciones responden al refuerzo de los controles fronterizos, en el año sucedió que 199 deportados de EU regresaron a Venezuela desde Honduras, pero continuando con lo anterior, se apunta a la reactivación de acuerdos bilaterales sobre seguridad y migración.
En el país norteamericano viven cerca de 1 800 000 de hondureños, entre residentes legales e indocumentados. Muchos llegaron escapando de la violencia y buscando mejores salarios, pero la realidad migratoria se ha endurecido. «Hubo un incremento visible en los vuelos de retorno», señaló una fuente del organismo migratorio.
México y Guatemala también contribuyeron al número total; desde el territorio mexicano fueron repatriadas 4139 personas y desde Guatemala, 3330. Otros 40 hondureños fueron devueltos desde lugares tan distantes como Gabón, Guadalupe, Micronesia y Ucrania, una muestra del alcance global del fenómeno migratorio.
Jóvenes, los más afectados por los retornos
El informe del INM muestra que la migración hondureña tiene un rostro joven. De los deportados, 13 252 tenían entre 21 y 30 años, pero otros 10 146 estaban en el rango de 31 a 40 años, pero en el caso de los menores de edad, representaban el 13,1% del total: 4 482 niños y adolescentes.
En su mayoría, son personas que buscan escapar de la pobreza o enviar dinero a sus familias, pero los retornos, sin embargo, golpean a comunidades enteras que dependen sí o sí de las remesas. Durante 2024, esos envíos sumaron cerca de 10 000 000 000 millones de dólares, equivalentes al 25% del PIB nacional, según el Banco Central de Honduras.
Además, el INM detalló que 26 664 personas fueron deportadas por las autoridades migratorias, mientras 6771 regresaron mediante programas de retorno asistido y 785 lo hicieron de manera voluntaria, poniendo fin a la esperanza de una vida mejor o de estar en un lugar que les dé otras posibilidades.
Aumento de las deportaciones en 2025 no se detienen
En esta oportunidad, el número de deportaciones de 2025 podría superar el de años anteriores, debido a que los registros oficiales un patrón constante que sostiene que miles de hondureños siguen arriesgando su vida en busca de un futuro mejor. Esto demuestra la esperanza, la frustración y la resistencia de un pueblo que no deja de buscar un lugat más digno con la esperanza de volver a empezar.
En el año 2023; allí se habían reportado 51 495 deportaciones, una cifra que luego se redujo en 2024, pero volvió a crecer este año pese a que las autoridades hondureñas aseguran que trabajan junto a organizaciones internacionales para ofrecer apoyo psicológico, capacitación y oportunidades de empleo a los que retomaron.
Lo cierto es que las condiciones estructurales del país, la desigualdad, la falta de seguridad y el desempleo, siguen empujando a muchos a intentarlo de nuevo, pese a que el gobierno de Honduras realiza transacciones con México, ya que le envía 125 cabezas de ganado en pie, lo que demuestra que todavía el tema de la migración es algo muy sensible en la agenda bilateral entre Honduras y Estados Unidos.
