En la madrugada del jueves 22 de mayo, un vecindario de San Diego protagonizó una de sus jornadas más trágicas cuando una avioneta bimotor se precipitó en la zona de Murphy Canyon, causando un incendio que afectó viviendas y automóviles.
En este caso el siniestro ocurrió alrededor de las 3:45 de la madrugada, en una zona habitada por personal militar y sus familias. El humo denso, las llamas y los escombros cubrieron las calles mientras los vecinos intentaban salir de sus hogares, en donde informaron las autoridades locales, al menos 100 personas fueron evacuadas de inmediato.
Por otro lado, los restos del avión quedaron esparcidos en la calle, junto a vehículos que estaban calcinados en su totalidad y árboles en las mismas condiciones, según testigos y autoridades, era “indescriptible” debido a la magnitud del daño provocado por el derrame de combustible y el fuego.
Víctimas y daños que dejó el accidente
Según confirmó el Departamento de Policía de San Diego, dos personas perdieron la vida en el impacto, pero no se dieron a conocer las identidades, dando a entender que se trataba de quienes viajaban en la aeronave.
También, otras ocho personas resultaron heridas, entre ellas una familia completa afectada por la inhalación de humo y cinco de esos miembros de esta familia fueron trasladados a centros hospitalarios. Una persona adicional resultó herida al intentar escapar por una ventana.
Otras dos recibieron atención médica en el lugar por lesiones leves, pero no se registraron víctimas fatales entre los residentes de la zona impactada. Al menos diez viviendas sufrieron algún tipo de daño, y al menos seis vehículos fueron destruidos por el fuego, por eso la FAA mantiene cerrada el área mientras continúan las investigaciones.
El tipo de avioneta, algunos detalles del accidente y qué dice la FFA
El avión en cuestión era un Cessna Citation II (modelo C550), con capacidad para entre ocho y diez personas, había despegado con normalidad, pero según reportes preliminares, habría rozado una línea eléctrica antes de perder el control, pero no se confirmó todavía cuántos ocupantes viajaban a bordo.
Cabe mencionar que las autoridades remarcaron que el área se encontraba cubierta por una densa niebla, lo que podría haber dificultado la visibilidad del piloto. Sin embargo, algunos vecinos indicaron que “apenas se podía ver” en la madrugada, lo que podría indicar una posible desorientación.
Asimismo, la FFA (Administración Federal de Aviación) delegó la investigación principal a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que ya trabaja para determinar la causa exacta del accidente. A la fecha, no hubo registros de llamada de auxilio antes del impacto, pese a que se sabe que la aeronave estaba a sólo cinco kilómetros del aeropuerto.
Centro de evacuación: las autoridades rescataron varias mascotas
Uno de los vecindarios más grandes del país es Murphy Canyon, y contiene viviendas unifamiliares densamente pobladas. Al momento del accidente, más de 50 agentes de la policía llegaron al lugar para coordinar la evacuación y brindar ayuda inmediata a los más afectados por la tragedia.
En ese aspecto se dio a conocer que un centro de evacuación fue instalado con rapidez en una escuela primaria cercana, donde defensa de residentes buscaron refugio. Así, las autoridades optaron por rescatar varias mascotas, incluyendo tres cachorros de husky y que fueron puestos a salvo.
De todas formas, mientras la zona permanece cerrada, los equipos de investigación continúan analizando los restos del avión, también se le pidió a los residentes evitar el área por precaución y reportar cualquier escombro o restos de combustibles al número oficial habilitado por la policía local, la FAA y la NTSB trabajan en conjunto para reconstruir los minutos previos al impacto.
