El secretario general, António Guterres, estuvo presente en Bagdad, acompañado por las autoridades iraquíes, donde destacó el valor y la importancia de la misión, especialmente en momentos de tensiones máximas y conflictos activos en el sector. Los equipos desplegados permanecerán hasta el 31 de diciembre en Irak a la espera de una reestructuración con la que comenzará una nueva etapa de cooperación con el organismo internacional.
Fin de una misión de veinte años
En la jornada del sábado, la capital iraquí de Bagdad recibió la visita del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, António Guterres, que fue invitado al país para anunciar oficialmente la finalización de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Irak (UNAMI), cuyo mandato terminará definitivamente el próximo 31 de diciembre.
Durante el anuncio, Guterres estuvo acompañado del primer ministro de Irak, Mohamed Shia al Sudani. Durante su intervención, el secretario general retomó y celebró varios de los trabajos realizados por la misión, que inició sus actividades en el país árabe el 14 de agosto de 2003 y tomó gran relevancia internacional casi de inmediato, tras el lamentable atentado que se cobró la vida de su representante especial, Sérgio Vieira de Mello, y otras 21 personas en el hotel Canal de la capital, Bagdad, apenas cuatro días después de su llegada.
Durante el evento, Guterres agradeció «profundamente contar con la presencia de algunos de los sobrevivientes y familiares de las víctimas, y honramos la memoria y el legado de todos ellos, incluyendo a Sérgio Vieira de Mello».
Recuerdos de momentos de tensión
Durante el acto, el secretario general de la ONU volvió a reconocer la importancia del trabajo realizado por los efectivos de la misión, sobre todo durante momentos donde el conflicto social se encontraba en su cúspide, como durante la época de las conquistas del Estado Islámico, momento en el cual «UNAMI ayudó a movilizar y coordinar el apoyo para proteger a la población civil y a millones de desplazados».
Posteriormente, el dirigente internacional reconoció el accionar de la misión «hasta en las negociaciones para el Acuerdo de Sinyar de 2020 entre el Gobierno de Irak y el Gobierno Regional de Kurdistán para acelerar la reconstrucción y restablecer la confianza, y hasta en la ayuda para garantizar el regreso seguro y digno de millones de desplazados internos».
Finalmente, el secretario general de la ONU dio por finalizada su alocución, dejando una promesa tras declarar que la misión, por ahora, está cumplida: «Ahora que la UNAMI está cerrando, muchos organismos, fondos y programas especializados de las Naciones Unidas permanecerán aquí y continuarán su vital labor de desarrollo en apoyo de Irak y de los iraquíes».
«Irak es ahora un país normal y las relaciones entre la ONU e Irak volverán a ser normales con el fin de la UNAMI«, aseguró Guterres, tras lo que ratificó nuevamente que las agencias especializadas, como el Programa Mundial de Alimentos o la Organización Mundial de la Salud, seguirán operando en todo el territorio iraquí.
El primer ministro iraquí acompañó las declaraciones de Guterres
Por su parte, el primer ministro Mohamed Shia al Sudani se expresó prácticamente en la misma dirección que el dirigente de la ONU y reafirmó que el cierre de la misión de la UNAMI no significará el fin de todas las colaboraciones entre Bagdad y la ONU, «sino que representa el comienzo de una nueva etapa de cooperación, especialmente en el área de desarrollo, crecimiento económico integral y asesoramiento«.
El premier iraquí cerró su intervención asegurando que «nuestra relación con Naciones Unidas a través de la misión de la UNAMI ha sido tan fundamental como eficaz para satisfacer las necesidades de Irak y ayudar al país hasta que alcanzó la plena autosuficiencia«.