Este miércoles, fue detenido el supuesto responsable del asesinato de dos elementos de la Guardia Nacional en la capital de Estados Unidos, Washington D.C., tras una escena de violencia que violó las fibras de la seguridad. En la víspera del Día de Acción de Gracias, fueron emboscados dos guardias nacionales de Estados Unidos, que ejercían en un despliegue de misiones de seguridad en la icónica Casa Blanca.
Los dos Guardias Nacionales fueron interceptados en pleno patrullaje, resultando heridos de gravedad
Mientras realizaban un patrullaje de rutina, un veloz ataque que resultó en un violento tiroteo interrumpió a los funcionarios, a los cuales dejó gravemente heridos, por un hombre que apareció repentinamente, levantó un arma de fuego y comenzó a disparar sin mediar palabra. El atacante fue identificado más tarde como Rahmanullah Lakanwal, de 29 años de edad y nacionalidad afgana.
Los guardias, fueron interceptados cerca de las 14:00 hora local, mientras patrullaban en el corazón del distrito financiero, cerca de la estación de metro Farragut West, por un hombre que más tarde se determinaría que es un refugiado proveniente de Afganistán y que también resultaría herido de gravedad entre los disparos.
Los guardias, identificados como la joven fallecida Sarah Beckstrom (20) y Andrew Wolfe (24), eran pertenecientes a la Guardia Nacional de West Virginia. Este hecho, con el FBI a la cabeza, ha sido calificado de inmediato como un posible acto de terrorismo, ya que no representa solo un crimen contra el orden, sino una esquirla que ha reabierto dolorosas heridas migratorias y de inteligencia.
El ataque perpetrado por un ciudadano afgano, ya está siendo investigado como acto terrorista
De la misma manera, el violento ataque a las líneas de seguridad de la Casa Blanca, está siendo investigado por las autoridades federales, aperturando lo que el jefe asistente de policía Jeffrey Carroll, describió como una emboscada pura y como un ataque terrorista. Asimismo, el director del FBI, Kash Patel, no tardó en confirmar ante los medios la gravedad del ataque, declarando que la agencia federal está investigando el tiroteo como un acto de terrorismo.
Esta categorización, abre inmediatamente los recursos de inteligencia y de seguridad nacional, elevando el incidente, de delito local a una amenaza existencial para el país. El presidente Donald Trump, también se pronunció con relación al ataque contra la Casa Blanca y los guardias nacionales que se encuentran desplegados, calificándolo como un «acto de maldad, odio y terror» y un «crimen contra la nación entera y un crimen contra la humanidad».
Los cargo que enfrentará el atacante y la repercusión que ha tenido este movimiento en la Casa Blanca
La oficina del Fiscal de los Estados Unidos, ya ha anunciado cargos iniciales contra Lakanwal, por asalto con intención de matar con arma y posesión de un arma de fuego durante un crimen de violencia. La fiscal Jeanine Pirro, advirtió que los cargos podrían ser elevados a asesinato en primer grado dado que los guardias nacionales no llegaron a sobrevivir a sus heridas.
Con respecto al atacante se determinó que es un ciudadano afgano de 29 años, el cual entró a Estados Unidos legalmente en septiembre de 2021 bajo el programa “Operation Allies Welcome”, implementado tras retirarse las tropas estadounidenses de Kabul. Asimismo, una confirmación por parte de la CIA concluyó que Lakanwal había trabajado para el gobierno de EE.UU., específicamente como miembro de una fuerza asociada con la agencia en Kandahar.
Tras este incidente, que acabó con la vida de dos de sus guardias nacionales, la administración de Trump se ha visto agitada, utilizándolo inmediatamente para justificar una revisión rigurosa de todas las tarjetas de residente y casos de asilo de migrantes procedentes de “países de preocupación”. Asimismo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EU (USCIS) anunció la suspensión indefinida del procesamiento de solicitudes de inmigración relacionadas con ciudadanos afganos.