En lo que va del fin de semana, Israel e Irán mantuvieron un intercambio de fuego cruzado desde el viernes hasta el domingo. Medios oficiales y militares de ambas partes, indicaron que los ataques se incrementaron tras una serie de ofensivas iniciadas por una serie de ofensivas iniciadas por el Ejército israelí contra blancos estratégicos en territorio iraní.
Así fue como, el viernes por la noche, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) iniciaron operaciones aéreas dirigidas a infraestructuras militares de Irán, en respuesta a lanzamientos previos de misiles contra el norte del país hebreo.
El sábado, las sirenas de alerta volvieron a sonar en regiones israelíes, y millones de ciudadanos buscaron refugio ante estas nuevas oleadas de proyectiles provenientes de Irán. Sin embargo, las acciones bélicas fueron acompañadas de declaraciones encendidas por parte de los líderes de Israel, añadiendo al primer ministro Benjamín Netanyahu.
El impacto alcanzó la zona estratégica en Teherán
Durante el segundo día consecutivo de ataque, Israel indicó haber alcanzado estructuras sensibles en la capital iraní, los blancos identificados por la IDF figuraron el Ministerio de Defensa, el complejo SPND (Organización de Innovación e investigación Defensiva) y depósitos de combustible relacionados con la logística militar.
Durante la noche del sábado y primeras horas del domingo, el ataque se basó en informes de inteligencia militar que mostraron a estos sitios como parte de un supuesto esfuerzo iraní por avanzar en su capacidad de armas nucleares. Los voceros del ejército de Israel, la operación incluyó bombardeos a buques cisterna y lanzamiento de misiles.
Cabe mencionar que el gobierno de Israel declaró que los daños que fueron provocados representaron un “duro golpe” al programa nuclear de la República Islámica. A través de su cuenta de X, el ministro de Defensa, Israel Katz, se pronunció de manera tajante: “Teherán arde”.
Irán pone fin al diálogo y lanza su respuesta ante los hechos
Irán se vio en obligación de activar su sistema de defensa aérea en al menos nueve provincias, incluida Teherán. También, lanzó una nueva ofensiva bajo el nombre de “Promesa Honesta 3”, que incluyó misiles y drones dirigidos a infraestructuras estratégicas de Israel.
Según informaron los Guardianes de la Revolución afirmaron haber atacado centros de producción de combustible para aviones militares israelíes y nodos de abastecimiento energético. Al parecer, el Ministerio del Petróleo iraní reportó daños en depósitos ubicados en Shahran, en el norte de Teherán y otras zonas.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, responsabilizó a Israel por la escalada y confirmó la cancelación de la ronda de negociaciones nucleares que estaba prevista con Estados Unidos, y también durante una conversación telefónica con Emmanuel Macron, advirtió que no habrá diálogo mientras continúen los ataques.
Los daños colaterales que dejó la ofensiva en ambos lados
En Israel, se confirmó la muerte de al menos tres personas en la región de Tel Aviv, entre ellas una joven que fue rescatada sin vida de los escombros en Haifa. Así es como, el equivalente a la Cruz Roja israelí, llamado Magen David Adom, también informó decenas de heridos.
Por el lado de Irán, el incendio del depósito petrolero de Shahran fue visible desde varios kilómetros a la redonda. Un edificio perteneciente al Ministerio de Defensa resultó parcialmente dañado, de acuerdo a lo dicho por la agencia local Tasnim.
De igual manera, en las provincias del noroeste, murieron al menos cinco miembros de los Guardianes de la Revolución y un alto jefe policial. Sin embargo, la tensión hizo que se realicen varios pedidos por parte de líderes internacionales muy importantes para poder lograr moderación y que reine la paz, pero hasta ahora no parece dar efecto.
