Al menos cuatro personas murieron y más de quince resultaron heridas en diferentes intensidades, como resultado de los ataques rusos sobre territorio ucraniano durante la noche del viernes y madrugada del sábado, que generaron también serios destrozos y varios incendios en los barrios de Desnianski y Darnitski, de la capital ucraniana, Kiev.
La guerra no cesa en el este europeo
En horas de la mañana del sábado, las autoridades del gobierno de Ucrania salieron a dar parte sobre daños y decesos, al mismo tiempo que condenaron enérgicamente los ataques realizados por las tropas de la Federación Rusa en territorio ucraniano durante la noche del viernes.
Según el informe realizado por las autoridades de Kiev, en la pasada noche fallecieron al menos cuatro personas y otras 17 quedaron heridas en varias regiones del país, como consecuencia de un bombardeo ruso que apuntó contra infraestructuras esenciales para la vida civil y la movilización militar.
Redes eléctricas y ferroviarias, así como viviendas particulares y edificios residenciales, fueron alcanzados por las bombas y drones de Moscú en ciudades como Kiev, Dnipr, Kharliv y Sumy, lo que reavivó el llamado de los dirigentes ucranianos a la comunidad internacional para incrementar las sanciones contra el Kremlin y reforzar el apoyo militar al Palacio Mariyinsky.
Uno de los responsables de comunicar la noticia fue el ministro de Exteriores de Kiev, Andrí Sibiga, quien a través de su cuenta oficial de la red social X expresó que «el terror ruso puede y debe detenerse», enfatizando en la necesidad de una «acción colectiva» y de «una mayor presión sancionadora» contra Moscú.
En este sentido, el apoderado de la diplomacia de Kiev ratificó su reclamo por un incremento en el apoyo al sistema energético y la capacidad de defensa de Ucrania, asegurando que «nadie en el mundo quiere que esta guerra continúe, excepto Rusia».
El ataque
Según el informe realizado y publicado por la Fuerza Aérea de Ucrania, la ofensiva rusa de la noche del viernes al sábado constó de unos doce drones y cinco misiles balísticos, que cayeron en once lugares diferentes del territorio soberano ucraniano.
Las fuerzas de seguridad de Kiev confirmaron que dos personas fallecieron a causa del impacto de uno de los misiles y otras trece resultaron con heridas de distintos niveles de intensidad. Vitali Klitschko, alcalde de la ciudad capitalina, alertó a sus ciudadanos a través de la plataforma Telegram sobre las explosiones y confirmó que la ciudad se encontraba bajo ataque.
A esto se sumaron los reportes realizados por el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, que señalaron la aparición de varios focos de incendios en edificios no residenciales, así como daños en las fachadas de los inmuebles cercanos como resultado de la caída de los restos de los misiles que lograron interceptar.
Los técnicos de la Fuerza Aérea ucraniana informaron que, de los nueve misiles y 62 drones lanzados por Rusia durante la pasada noche, las defensas de Kiev lograron interceptar cuatro misiles y 50 drones.
Más armas para Ucrania
Tras el ataque, los dirigentes ucranianos volvieron a reiterar su pedido de sistemas de defensa aérea modelo Patriot y armas de largo alcance a sus aliados occidentales. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, evidenció que este tipo de ataques refuerzan la urgencia de las fuerzas ucranianas de contar con este tipo de equipamiento para poder proteger las ciudades.
En su cuenta oficial de X, Zelenski aseguró que «es precisamente por ataques como este que prestamos especial atención a los sistemas Patriot», e insistió tanto a los Estados Unidos como a sus aliados de Europa y los miembros del G7 que debían implementar las medidas de represalia sobre Moscú discutidas en los últimos días.
