Este lunes, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, dio un discurso en donde demuestra que aprueba la creación para examinar las circunstancias del 7 de octubre, una decisión que revela que el Comité Ministerial de Legislación dio luz verde a una iniciativa que busca investigar los hechos que derivaron en el ataque más grave que ocurrió en décadas. El proyecto deberá ser votado esta semana en la Knéset.
Debate abierto sobre el alcance de la investigación
Según información brindada por Enlace Judío, la iniciativa fue impulsada por el partido Likud y establece la conformación de una comisión de investigación gubernamental, bajo el control directo del Ejecutivo. En ese sentido, se indica en el texto aprobado que el gobierno tendrá influencia tanto en la composición del panel como en los temas a investigar, lo que despertó ciertas críticas desde distintos sectores.
Bajo este aspecto, la fiscal general Gali Baharav Miara advirtió que la propuesta «da prioridad a consideraciones políticas sobre los principios de una investigación independiente, imparcial y profesional», a lo que señaló que el proyecto presenta deficiencias estructurales, lo que profundiza el debate sobre la postura del gobierno frente a los mecanismos de control institucional.
Así fue como un equipo ministerial encabezado por Netanyahu se reunió por primera vez para definir las facultades de la comisión, dos semanas después de que se reunió con el canciller alemán; entonces, entre sus integrantes figuran ministros importantes que conforman el gabinete, incluidos Yariv Levin, Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir, referentes del ala dura de la coalición.
Idea alternativa por si no hay consenso
Hay que tener en cuenta que el proyecto de ley que establece el presidente de la Knéset, Amir Ohana, será el encargado de seleccionar a los miembros del comité en consulta con la coalición y la oposición. Sin embargo, la composición deberá ser aprobada por una mayoría calificada de 80 diputados, un umbral elevado en un Parlamento que se encuentra dividido.
Si esa mayoría no se alcanza, el texto prevé un mecanismo alternativo que consiste en que el presidente del Comité de la Knéset designará a tres miembros y el líder de la oposición a otros tres. En caso de que sea negativa por alguna de las partes, Ohana podrá completar las designaciones, lo que podría tener impacto político.
Fuentes cercanas al proceso, apuntadas por el medio Enlace Judío, fueron claras al anunciar que Netanyahu pretende ampliar el alcance de la investigación para incluir los Acuerdos de Oslo de 1993-1995 y las protestas de reservistas contra la reforma de 2023; por eso se cree que la comisión podría ir más allá del 7 de octubre.
El discurso de Netanyahu y reacciones del Consejo de Octubre
El llamado Consejo de Octubre, que se encuentra integrado por familiares de víctimas del ataque, rechazó la iniciativa y pidió una comisión estatal independiente, que corresponde por la legislación vigente entonces ante los hechos; el grupo anunció protestas frente a oficinas gubernamentales en Jerusalén.
En un mensaje difundido mediante sus redes sociales, Netanyahu defendió la propuesta con un discurso oficial: «La mayoría del público, de manera significativa, apoya a la Junta de Investigación de manera equivalente. Y tiene razón, un evento sin precedentes, como el 7 de octubre, requiere una Junta de Investigación especial, una Junta Nacional amplia, que sea aceptada por la mayoría del público».
Ante esto, el funcionario sostuvo la importancia de la Junta de investigación, por eso señaló que «De ninguna manera, no habrá ningún beneficio en el nombramiento de los miembros de la Junta. Después del gran desastre de nuestras historias, actuamos exactamente como ha hecho Estados Unidos, después del mayor desastre de las historias de América». Lo mencionado representaría cambios en la investigación de proyectos sobre radiodifusión y nuevas iniciativas vinculadas al sistema judicial que también investigará errores de seguridad por el ataque de Hamás del 7 de Octubre.