La diplomacia china etiquetó como «falsas acusaciones» las denuncias realizadas por las autoridades militares japonesas, a partir de la presunta aparición de aeronaves chinas en los radares de aviones de combate japoneses que se encontraban realizando tareas de patrullaje. Pekín aseguró que los pilotos del país del sol naciente volaron deliberadamente en las cercanías de donde se estaban llevando a cabo ejercicios militares.
Preocupación por la relación China-Japón
En los últimos días, el mundo fue testigo de una creciente escalada de tensiones en distintas regiones del globo y con diferentes actores internacionales involucrados. Mientras la comunidad occidental parece más preocupada por la falta de avance en el acuerdo de paz en Ucrania y los movimientos de tropas y material bélico estadounidense en el mar Caribe, las costas del Pacífico asiático son escenario de una compleja relación entre países que parece encaminarse a abrir un nuevo conflicto bélico entre naciones.
En las últimas horas, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China salió a responder a las acusaciones realizadas por las autoridades de Japón, vinculadas a un incidente en el que cazas nipones detectaron movimientos irregulares en sus radares, que rápidamente vincularon con una presunta maniobra por parte de Pekín en preparación a un posible conflicto en Taiwán y las islas al sur del país del sol naciente.
Denuncias contra Tokio
En su mensaje divulgado a través de sus redes sociales oficiales, la cartera de exteriores de Pekín ratificó que «China deplora y se opone a la falsa acusación y ha protestado enérgicamente ante la parte japonesa«.
En su mensaje, la diplomacia china señaló que «los hechos son muy claros» y aseguró que «los ejercicios de entrenamientos de China en aguas y espacios aéreos relevantes cumplen plenamente con el derecho internacional y la práctica internacional».
A su vez, reconocieron que «activar el radar de búsqueda durante los entrenamientos de vuelo es una práctica común en aeronaves con base en portaaviones de todos los países. También es una medida para garantizar la seguridad del vuelo».
Según Pekín, «el incidente surgió de la intrusión deliberada de aviones japoneses en las zonas de ejercicios y entrenamiento de China, así como en el reconocimiento cercano y las interrupciones en las actividades militares normales de China», a lo que agregó la denuncia de que «la parte japonesa culpó a China y trató de engañar al mundo acusándola falsamente de ‘iluminación de radar’«.
A su vez, denunciaron a las autoridades japonesas por «difundir desinformación», buscando generar más tensiones en un momento histórico en el que las potencias occidentales parecen más interesadas en que ocurra una invasión china a Taiwán que los propios chinos.
La diplomacia de Pekín cierra su mensaje: «Instamos firmemente a la parte japonesa a que DETENGA de inmediato su peligroso acoso a los ejercicios y entrenamientos militares de China y a que DETENGA todas las acusaciones irresponsables y la manipulación política».
El incidente de «iluminación de radares»
Los hechos, según la denuncia realizada por Japón, habrían ocurrido durante la jornada del domingo. Los radares de los aviones F-15 japoneses detectaron el lanzamiento y movimiento de aeronaves chinas modelo J-15, que habrían despegado desde el portaaviones Liaoning que, acompañado por tres destructores, estaba realizando maniobras cerca del territorio nipón.
Este tipo de incidente vinculado a la iluminación de los radares puede ser considerado como una amenaza táctica y, en algunos casos, pone a los pilotos en la necesidad de realizar maniobras para evitar un ataque. La primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, salió rápidamente a condenar el accionar «extremadamente lamentable» de las fuerzas chinas y calificó los movimientos de Pekín como «un acto peligroso que va más allá de lo necesario para la seguridad de vuelo«.