Dentro de la escalada militar en aguas internacionales en contra de organizaciones terroristas y el narcotráfico, el Comando Sur de los Estados Unidos (SOUTHCOM), ha emitido un comunicado anunciando un movimiento de alto calibre. Informó que, a través de la inteligencia del operativo se logró captar un buque que seguía una ruta conocida por redes de narcotráfico en el Pacífico Oriental, por lo que determinaron que participaba en movimientos de dichas redes.
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En una operación que calificaron de cinética y decisiva, el Comando habría ejecutado un ataque letal hacia la embarcación detectada, la cual estaba controlada, presuntamente, por organizaciones terroristas. Asimismo, el anuncio confirmó que la ofensiva acabó con la vida de dos narcotraficantes, hombres que estaban en la embarcación, al mismo tiempo que señaló que ningún miembro de las fuerzas estadounidenses salió herido en el movimiento.
El incidente, ocurrido este lunes 29 de diciembre, tenía como blanco la nave descrita como «semisumergible», una embarcación diseñada para mantener un perfil bajo, permanecer imperceptible ante los radares y en algunas situaciones hasta para el ojo humano. Las fuerzas militares, destacan una clasificación importante para los tripulantes de dicho navío, a quienes han catalogado como «narcoterroristas».
El evento, lejos de ser un hecho aislado, forma parte de la campaña de arduo y agresivo trabajo por parte del brazo militar de Estados Unidos, bautizada como Operación Southern Spear o Lanza del Sur. La operación actúa bajo el pretexto de ser un neutralizador de las amenazas que representan las actividades terroristas del narcotráfico, y se alinea con la fuerte política antidrogas empleada por la administración Trump.
La operación contra terroristas y el ataque directo hacia Venezuela
A pesar de que el Comando Sur con frecuencia no especifica el nombre del grupo atacado en cada comunicado, a veces suelen referirse a cárteles venezolanos o redes terroristas venezolanas y colombianas designadas como FTOs. Se argumenta, que estas organizaciones utilizan el dinero de la droga para desestabilizar gobiernos, financiar milicias y, en última instancia envenenar a la población estadounidense con sustancias como el fentanilo.
Debido a las persecuciones, actualmente la zona del Pacífico Oriental y el Caribe se ha convertido en un escenario que presencia el hervidero de tensiones geopolíticas. Varios de estos buques zarpan desde costas cercanas a Colombia o Ecuador, pero la retórica de Washington vincula frecuentemente estas actividades con la situación en Venezuela, cuyo gobierno ha sido declarado terrorista por su vinculación directa con el Cártel de los Soles.
Las declaraciones por parte del gobierno estadounidense han ido acompañadas de crecientes presiones hacia la administración de Nicolás Maduro. Esto, se observa con operaciones similares en las que según el gobierno venezolano, el Comando Sur ha derribado naves con pescadores, por considerarlos terroristas, narcotraficantes y combatientes enemigos ilegales, en lugar de civiles que realizan una labor productiva.
Trump se acredita una explosión en un puerto venezolano
El afán de Washington por ejercer la mayor presión y asedio al gobierno venezolano, lo ha llevado a no cesar las operaciones en sus costas, sino más bien a intensificarlas. En ese sentido, Donald Trump, frente a la opinión pública, afirmó durante su reunión con Netanyahu, haber derribado una instalación en la costa de Venezuela, donde supuestamente se abastecían con drogas procesadas, las embarcaciones terroristas.
No obstante, las afirmaciones del mandatario han sido desmentidas por la empresa Primazol, una mayorista vendedora de materia prima química. La empresa, comunicó a través de sus redes sociales, que el incidente mencionado por el jefe de Estado de Estados Unidos como un golpe contra los terroristas y el tráfico de drogas en Venezuela se trató, en realidad de un incendio ocurrido en su sede en la ciudad de Maracaibo.
