Una vez que ocurrió la muerte del Papa Francisco, el Vaticano debe prepararse para elegir al nuevo sucesor espiritual que se llevará a cabo mediante el cónclave, una ceremonia y reservada en la que solo los cardenales más influyentes de la Iglesia tienen derecho a voto.
Cabe mencionar que este evento marca la edición número 267 de la historia de la Iglesia católica y se celebrará en la Capilla Sixtina, el miércoles 7 de mayo de 2025 fue la fecha señalada por el Colegio de Cardenales para el inicio de este proceso.
A partir de las 16:30 en Roma las puertas del recinto se cerrarán para comenzar con las deliberaciones. Pese a que existe una normativa que señala que el cónclave debe comenzar entre 15 y 20 días tras la vacante de la Sede Apostólica, el inicio de este año se encuentra dentro del plazo habitual establecido.
Los cardenales llevarán a cabo un procedimiento con reglas inquebrantables
Como ocurrió en ocasiones anteriores, las votaciones que se realizaron en 2005 y 2013, el proceso se resolvió en menos de 24 horas, pero se prevé que esta vez podría demorar más, dado a que no hay un candidato que se imponga y está compuesto por 133 cardenales con derecho a voto, todos menores de 80 años.
Para ponernos en contexto, este grupo se reunirá a puertas cerradas para debatir, orar y votar, en un clima de máximo secretismo. Además, los cardenales residen durante este período en la Domus Sanctae Marthae, mientras se suspenden comunicaciones externas y se bloquean señales electrónicas para evitar cualquier filtración.
Asimismo, se celebró una misa en la Basílica de San Pedro y se entonó el “Veni Creator” en la Capilla Paolina. Luego, los cardenales se trasladan a la Capilla Sixtina, donde se iniciará la ronda de votaciones pero la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, se realizan dos votaciones diarias, más una adicional en la tarde del primer día.
Votos para que un cardenal sea elegido Papa y la señal de humo
Para que un cardenal sea elegido Papa, debe hacerse de al menos dos tercios de los votos, el mínimo requerido es de 89 sufragios. En este sentido, tras 24 votaciones no se alcanza este consenso, se puede redefinir mediante mayoría absoluta, aunque nunca se omite la necesidad de una mayoría calificada.
Si hablamos del cónclave, es imprescindible mencionar a la fumata, es decir, el humo que se libera desde una chimenea del Vaticano para comunicar el resultado de cada votación, esto sostiene que si el humo es negro, no se alcanzó la mayoría necesaria pero si es blanco, indica que el nuevo Papa ya fue electo.
Cuando la elección ya esté definida, en ese instante, es cuando el mundo católico escucha el anuncio tradicional: “Habemus Papam”. En este sentido, después de aceptar el cargo, el nuevo pontífice elige un nombre y se presenta desde el balcón de la Basílica de San Pedro, junto a una bendición especial.
La duración del cónclave: ¿Quiénes son los posibles sucesores?
En cuanto al tiempo estimado para esta importante decisión, hay que aclarar que es incierta, pero podría extenderse a más de un día si no logran que haya consenso. Sin embargo, uno de los principales nombres a suceder a Francisco, es Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, quien sigue la línea del argentino.
Otro perfil destacado es el del húngaro Péter Erdő, con tendencia conservadora, que enseñó teología en Argentina, también se mencionan algunos más bien progresistas como Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, y Luis Antonio Tagle, de Filipinas ambos cercanos con el pensamiento de Bergoglio.
Desde África, Robert Sarah crítico a las reformas de Francisco, mientras que Jean-Marc Aveline, de Francia, tiene una postura moderada en temas sociales y doctrinales. Completan la lista Pierbattista Pizzaballa (Israel), Charles Maung Bo (Myanmar), Fridolin Ambongo Besungu (R. D. del Congo), Willem Eijk (Países Bajos), Anders Arborelius (Suecia) y Albert Malcolm Ranjith (Sri Lanka).